Rafael Álvarez Gil
Se llama José Luis Macías y, a buen seguro, será el candidato de NC en Telde. La primera vez que conversé con sosiego con él, al poco de la conversación se lo espeté: tú ganas en el corto. Verán, Macías no es de los que irradian un aura única cuando atraviesa la plaza de San Juan o las calles de la zona comercial de San Gregorio, los hay de esos en política, mas su caso es otro: en la proximidad es donde obtiene la confianza del interlocutor.
Formal, serio y de palabra, saca la libreta para apuntar lo que se tercie y no se le olvide la gestión oportuna. Parece una persona de las de antes, aunque si fuera por el que suscribe preferiría que ese perfil aún imperase en un tiempo actual donde, por el contrario, reina la chalanería.
Por tanto, Macías responde a la época en la que estrechar la mano era ‘per se’ dar la palabra y con eso bastaba. Eso es credibilidad que, precisamente, no abunda en la política. Hace un periodo que se ha puesto una cámara en ristre y recorre Telde para denunciar lo que considera que debe mejorarse y, desde luego, hacer oposición al pacto actual en las oficinas de El Cubillo. Creo que tiene un largo listado por delante para realizar grabaciones pues cada vez son más los ciudadanos que aprovechan cualquier instante para pedirle que no se olvide de esto o de aquello otro, y vaya a grabar. Y entonces Macías saca su libreta y toma nota.
Tengo la intuición que, de alguna manera, Francisco Santiago se reconoce en Macías. Digámoslo de este modo: el alcalde por antonomasia en democracia en la ciudad de los faycanes observa en las inquietudes y entusiasmo de Macías la misma ilusión y juventud que Santiago atesoró cuando en los consistorios estaba prácticamente todo por estrenarse. Así pues, el padre espiritual de NC en Telde se siente reconocido en el mandamás de la izquierda nacionalista en el municipio.
Son impresiones que, si acaso, el exregidor será el que tenga que confirmar. Aunque hay una cosa que sí es clara: Macías y el equipo que le rodea tomó la iniciativa para hacerse cargo del proyecto y atravesar la inhóspita y desagradable travesía del desierto. Y a eso no está dispuesto todo el mundo.
Haría bien el equipo de campaña en 2027 enfocar la estrategia electoral en encuentros reducidos donde ese Macías reluzca. Uno a uno, grupo a grupo. En realidad, esa labor tendría que hacerla desde ahora; para que el boca a boca haga su tarea. Macías, en el corto, gana. Y esa debe ser su prioridad al vender sus ideas para Telde. Y cumplir, y cumplir con la palabra. Algo que ya, por desgracia, no abunda ni en la sociedad ni en la política.
*Rafael Álvarez Gil es Doctor en Derecho, licenciado en Derecho y en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universidad Autónoma de Madrid y diplomado por el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales del Ministerio de la Presidencia
Publicado en Primera Plana
rafaelalvarezgil.com
12.11.2025
No hay comentarios:
Publicar un comentario