Ya amenazas con llegar,
siempre envuelto en la sorpresa
y no sé, sobre mi mesa
qué mantel has de estrenar.
Aún no sé si te quiero,
pero he de dormir contigo
y aunque yo no te persigo
vas a venir con enero.
Pues justo a la medianoche
entrarás con mucho ruido
y como un recién nacido
al llanto darás derroche.
Unos, verán que tus brillos
ocultan las decepciones,
imaginando ilusiones
que dicen, traen tus bolsillos.
Yo, igual bebo y te idolatro,
dando el rito por cumplido
cuando al brindis del olvido,
entres, ¡Dos mil veinticuatro!
Guadalupe Santana Suárez ©
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