BESOS AL PAISAJE
I
Cuando el año está en pañales
florece cada almendrero,
tornando el mes de febrero
en acuarela y postales
y a mi memoria en rituales
de delantal y sombrero.
II
Porque nací en Valsequillo,
sé que el color de las flores
no te adivina sabores,
grosor de cáscara o brillo,
ni el mollar, aquí apostillo,
siempre es blanco en sus fulgores.
III
Conservo aquella conciencia
del respeto y del orgullo,
de la esperanza al arrullo
del recelo y la paciencia
con que la fe y la prudencia
miran caer el “cazullo”.
IV
Entonces, con el permiso
de la llovizna y el viento
se forjaba en el momento
la ilusión sin previo aviso
y con el mimo preciso,
se estaba al árbol atento.
V
Mejor los de la solana
que los nacidos de umbría;
“ojeador” que advertía
hoy el fruto del mañana,
en su sapiencia temprana
el mejor “piso” escogía.
VI
Transcurridos ya los meses,
septiembre es el mes del Santo.
El sol extiende su manto
para que no haya reveses
y puedan los intereses
mitigar algún quebranto.
VII
Se buscan hombres menudos,
ligeros pa’ varear;
mujeres para “apañar”
con dedos raudos, desnudos,
y chascarrillos agudos
para el cansancio aliviar.
VIII
La “escascará” viene luego;
era una buena ocasión
para la conversación,
las miradas, el trasiego,
confirmando cada ruego
y rezo al Santo Patrón.
IX
Ya tendido bajo el sol
el tesoro recogido,
es volteado y movido
por quien lleva su control
sus ojos son un crisol
mirando el fruto obtenido.
X
“Partías” y “espipitás”
son las últimas faenas
donde se describen penas,
con la esperanza, quizás,
de poder dejar atrás,
penurias propias y ajenas.
XI
Es así este frutal nuestro.
Conlleva una vida larga,
generoso con su carga,
de todo dulzor ancestro,
pero divino maestro
que hasta nos vale su amarga.
XII
Desde el brotar de su flor,
hasta que acaba el proceso,
se aprovecha hasta su hueso
y fue evocación mejor
del emigrante, al sabor,
de las almendras y el queso.
XIII
¡Tanto llenas mi recuerdo
que colmas toda mi esencia!
A tu sombra se silencia
la prisa que siempre muerdo
y sólo se vuelve cuerdo
mi latir, en tu presencia.
IVX
Besos dados al paisaje
derramas por el sendero.
Hermosura en el lindero,
tus flores son puro encaje.
Mi voz, de todos, mensaje:
¡Gracias, querido almendrero!
Guadalupe Santana Suárez ©
No hay comentarios:
Publicar un comentario