En agradecimiento por su buen trato y cariño para conmigo
Quiero hablar de Valsequillo,
de su fértil y hermosa tierra,
con sus flores tan diversas,
pero sin duda su almendro,
es el rey de entre las flores.
Con su erguido y hermoso tallo,
y su delicada flor,
verlo es toda una delicia,
es un regalo de Dios.
Darle un brindis de cariño,
a ese agricultor,
que desde que amanece el día,
con la pala y con el pico,
trabajando sin descanso,
hasta que se oculta el sol.
Pues para él nada ha cambiado,
con democracia o sin ella,
pues su destino sólo es,
estar labrando la tierra.
Esa tierra agradecida,
que da jugosos y ricos frutos,
sus incomparables naranjas,
sin duda es uno de ellos.
Su preciosa y pulcra parroquia,
orgullo de Valsequillo,
con su Arcángel San Miguel,
el Cristo, la Dolorosa,
y tantas bellas imágenes,
que el escultor Luján Pérez,
esculpió con sabiduría,
y también con mucha fe.
Con su hermosa pila verde,
que aquel inglés tan listillo,
quiso para él tener,
pero el cura Juan José,
supo pararle los pies.
Y también recordar con gran cariño,
y mucho agradecimiento,
a mi inolvidable y querido,
Don Jacinto Suárez Martel.
Sólo me queda decir,
¡Viva! la gente humanitaria,
la gente de Valsequillo,
la que siempre ha sabido dar,
la mano a un buen amigo.
SOLY MEDINA
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