LA MATERNIDAD.
Qué bonita es la infancia,
qué bonita, qué ingenua,
y qué inocente.
Ignorando los prejuicios,
siempre contentos y alegres.
Levantarse muy temprano,
mamá te lleva al colegio,
luego un ratito en el parque,
después hacer los deberes.
Es una grata rutina,
ya que siempre está ahí mamá,
pendiente en todo momento,
como tu ángel guardián.
Pues siempre estás pegado a ella,
con gran amor y ternura,
es una parte de ti,
ella lo es todo en tu vida.
Luego creces y olvidas todo,
a veces hasta tu propia mamá,
dicen que eso es ley de vida,
pero, qué duro, ¿verdad?
¿Qué fue de aquél gran amor
de tu inocencia
de aquella tu ingenuidad?
Se la llevaron los años,
la vida y su cruda realidad.
Pero volvemos y volvemos a un hijo,
por amor a engendrar.
Pues lo más grande y lo más bello
de este mundo sin duda es la MATERNIDAD.
Soly Medina ©
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