AIRE DE POETA
Al aire eché los versos oxidados
y el polvo que a las hojas les soplé;
ya sin alas, echó a volar la fe,
tras la estela del eco en los tejados.
Legué mi inspiración en días aciagos.
y en vano sigo haciendo un hincapié.
La rima no contesta a mi por qué
ni esperan ya por mí los pareados.
Sin pena silba el aire en mi ventana
haciendo florecer a la violeta
que asoma a escucharlo en la mañana.
En brazos de su copla más secreta,
se mece la palabra soberana
sabiendo que el aire se hizo poeta.
Guadalupe Santana Suárez
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