SIN APENAS DARNOS CUENTA, SOLY MEDINA

SIN APENAS DARNOS CUENTA,

 

(Desde el alma para ti, mi querido hijo Censi)

Hoy hablando contigo,

me di cuenta, hijo querido,

que tus sienes,

estaban pintadas de blanco.

Y me vino al pensamiento,

como siempre,

mi queridísimo padre,

aquel día en que le dije;

“Felicidades, papá”.

Lo abracé fuertemente

diciéndole cuánto le quería

y que cumpliera muchos años más.

Él clavó su mirada en mí, 

y con muchísima pena,

conteniéndose para no llorar,

me dijo; “¡Ay, mi hija!

Qué viejito estoy ya”.

Yo no pude contenerme 

y sollozando le dije;

“No digas eso, papá”.

Y hoy te digo yo a ti,

cómo y qué deprisa,

pasan los años, mi vida,

sin apenas darnos cuenta.

Pero estás tan guapo,

te quedan tan bien,

esas poquitas canas 

y eres tan lindo por dentro,

que se refleja en tu cara.

Deseo que Dios me dé salud,

para seguir viendo,

cada cana de tu pelo.

Porque es que te quiero,

tanto, tanto, mi hijo,

que quisiera fuéramos eternos

y disfrutar de esa eternidad

contigo.

                                                           SOLY MEDINA ©