Semana Santa,
otro año reviviendo tu calvario,
de sufrir recordando
tu pasado.
Señor, qué injustos fuimos contigo,
cuánta maldad y crueldad,
no supimos valorar
tu gran amor y entrega total.
Diste al ciego la vista,
al tullido hiciste andar,
al muerto resucitaste,
y te pagamos con mal.
Cómo pudieron hacer
contigo esa injusticia,
si a todos diste la vida,
¿Cómo es que a ti te la quitan?
No sabes cuánto dolor siento
al verte en ese madero
con la corona de espinas,
y abiertos tus costados.
Cuánto hubiera deseado,
haber vivido esa época
para limpiar tus heridas,
y con mis manos, darte agua fresca.
Arrancar de tu frente esas espinas,
ayudarte con la cruz,
cuantas veces te cayeras
y secar tu bello rostro,
como La Verónica hiciera.
Pero he de soportar esa impotencia, Dios mío
más, permíteme Señor
sufrir tu dolor contigo.
SOLY MEDINA ©
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