ESPERADO OTOÑO
Se resiste el otoño a llegar,
sin embargo ya veo mortecino
el sendero, que oscuro y mohíno
ya no invita a mis pies a avanzar.
Ya mis hojas al viento vendí,
es mi tronco un dolmen vacío;
los grabados que ha hecho el hastío
son reflejo de lo que perdí.
No mantengo mis ramas en alto,
en mi centro no hay trinos ni nido;
el valor ya me tiembla aterido
pues de toda ilusión anda falto.
Hasta crujen mis leños al sol,
el verdor a esta edad me es negado
y ya es solo un recuerdo anegado
mi brillo que retaba al charol.
Nunca tuve el porte del madroño;
pero tan abatida me siento,
que en silencio aguardo el momento
mientras llega el esperado otoño
Guadalupe Santana Suarez
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