PEDAZOS DE MI CORAZÓN |
A mis amados hijos
Qué triste silencio
se respira en casa
desde que ellos no están.
¡Ay! Cuánto echo de menos
a mis queridos hijos
¡Dios mío, que amarga soledad!
A veces cierro los ojos
y me parece oírles gritar,
correr y saltar,
tirarme de la falda
y llamarme mamá.
Jugar con sus coches
el fuerte de indios y vaqueros,
sus barbies preciosas,
sus barriguitas
y sus pin y pon,
un sinfín de juguetes
regados por casa
y por cada rincón.
Y una agotada, al llegar la noche,
miraba las camas
de mis queridos ángeles
que Dios generoso a mí me regaló.
Y así un día tras otro,
pasaron los años,
y aquellos pequeños
se hicieron mayor.
Y hoy cada cual
tiene su propia familia
y aquel gran bullicio desapareció
¡Ay! Cuánto daría por ver de nuevo
aquellos pedazos de mi corazón
Sentirme agotada al llegar la noche,
oírles gritar, correr y saltar
tirarme de la falda
y llamarme mamá.
SOLY MEDINA
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