González Padrón: “Ni eran solo brujas ni eran malas”
Cuando a un niño se le habla de brujas, se las imagina con la cara verde, la nariz aguileña y verrugosa, pertrechada de escoba, y mala, muy mala. Así las pintan en las películas. Las de Telde, al menos aquellas que fraguaron el mito del Telde brujo, ni eran malas, ni eran solo mujeres. Palabra de cronista.
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L os 57 alumnos del colegio Príncipe de Asturias, en Melenara, que ayer se dieron un paseo por el Los Llanos embrujado, aprendieron que hasta en las leyendas hay mucho de leyenda, y que las brujas que han llenado de misterio el pasado de la ciudad tienen más que ver con el sincretismo religioso entre las culturas aborigen, castellana (por los conquistadores) y africana (por los esclavos de los ingenios azucareros) que con los aquelarres, las pócimas mágicas y los hechizos. Antonio González Padrón, cronista oficial de Telde, ejerció, una vez más, de cicerone por el pasado de su ciudad y advirtió a los chiquillos de que incluso esta leyenda, la de las brujas, estuvo sometida al imperante discurso machista de épocas anteriores. «Ni eran malas, ni eran solo mujeres, también había brujos», les contó. Pero también les dijo que más que brujas, eran curanderas. Se conocían las hierbas y sus aplicaciones, poco más.
CÓCTEL DE RELIGIONES
El cronista hizo así su particular contribución a la semana embrujada que ha servido de excusa a los empresarios de Los Llanos para organizar un programa de actividades y atraer así a los clientes a hacer compras a las tiendas del casco. En esa agenda de acciones figuraba, para ayer y para hoy, la visita de escolares al centro de la ciudad de la mano de Antonio González, al que se le pidió que tratara de explicar a los chiquillos por qué tradicionalmente se ha vinculado a Telde con el mundo del esoterismo y de las brujas. Y el cronista cumplió, pero lo hizo desmitificando la leyenda. Empezó contándoles que los aborígenes adoraban a Magec, el dios Sol, y a la Luna. Y que cuando llegaron los conquistadores, con sus vírgenes y santos, y se mezclaron a su vez con los ritos animistas de los esclavos africanos, las creencias de unos y otros se batieron como si se tratase de un cóctel y propiciaron la aparición de personas que decían sanar.
«Te daban algo y te tocaban, y te decían que te curaban porque te tocaban, pero no, la clave estaba en la hierba que te habían dado», les explicó González. Entre esos sabios curamales citó a los esteleros. Y se acordó de uno de La Higuera Canaria, que en tiempos se ponía en las puertas de las iglesias y se daba publicidad: «contra una rotura, una torcedura o algún dolor, vente a Eugenito Amador». Por eso les dejó claro que los brujos y brujas que hubo en Telde hacían magia blanca o buena. «La mala no estaba demostrado que funcionase, esa era cosa de alegantines», les soltó. Y dicho eso les dejó pasear por el casco, decorado con arañas y otros bichos.
El profesor y comunicador Manuel Ramón Santana, entrevistó en exclusiva para el diario digital ONDA GUANCHE y el programa de ONDA GUANCHE RADIO “Más que Palabras” (106.5, 102.1 y 100.1 FM), de 12:00 a 14:00 horas (de lunes a viernes), al cronista oficial de Telde, Antonio María González Padrón.
Canarias7 / ONDA GUANCHE
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