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El 'Sueldazo' de la ONCE irradia fortuna y felicidad en San José de Las Longueras

La cafetería Avenida vendió 20 boletos del número agraciado ayer en el sorteo Varios de los premiados, esta mañana, festejando en la cafetería La Avenida (Foto TA) San José de Las Longueras celebra el Sueldazo de la ONCE (32 imágenes) TELDEACTUALIDAD Telde.- Explosión de júbilo en el barrio teldense de San José de Las Longueras, lugar agraciado con el grueso de los 2,1 millones de euros que ayer domingo repartió en premios el sorteo del Sueldazo de la ONCE, tal y como avanzó TELDEACTUALIDAD. Exultantes y radiantes de felicidad, buena parte de los agraciados se congregaba a media mañana de hoy en la cafetería La Avenida 12-30 para festejar la noticia.   Aquí, en este negocio humilde, al igual que su barrio de clase trabajadora, situado en las confluencias de las calles Maninidra y Bentahor, a escasos metros de la Iglesia, el champán y las lágrimas de felicidad corrieron hoy por doquier.   Alberto Díaz, su propietario desde hace algo más de un año, despachó entre su clientela habitual dos hojas (20 cupones) del 60.182. Un número que a buen seguro se quedará grabado a fuego en la memoria colectiva del barrio de San José de Las Longueras.   Cuentan que hubo hasta quien se llevó tres boletos del número afortunado, premiado con 20.000 euros cada uno, y también se sabe que el Sueldazo -las 5 cifras más la serie (dotado de 300.000 euros más 5.000 euros al mes durante 20 años- salió de aquí.   Las historias y las circunstancias que envuelven a los agraciados son de lo más variopintas, pero la mayoría guarda un patrón común: vecinos a los que le hacía mucha falta el dinero.   Como un padre que desde hace semanas hacía lo imposible para intentar reunir los 1.000 euros de la matrícula de su hijo, llegando incluso a vender su moto, y quien ya se había hecho a la idea de que pese a los esfuerzos su vástago iba a tener que abandonar sus estudios en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. O la señora que jugaba con asiduidad pero que justamente no pudo pagar este boleto y que anoche se llevaba la sorpresa de su vida al descubrir que Alberto Díaz se lo había guardado pese a no comprarlo.   Otra de las historias curiosas es la del exconcejal de Ciuca, Francisco Medina, que ayer tras salir de misa pasó por la cafetería La Avenida 12-30 y fue bendecido al comprar uno de los últimos cupones que quedaban del 60.182.   Hoy, sin poder ocultar su euforia, se reunían en La Avenida para brindar y festejar ante las cámaras de televisión.