Los cacos entraron el lunes en la mansión y se llevaron joyas, vestuarios y material eléctrico
TELDEACTUALIDAD
Telde.- El rodaje en la Casa de la Condesa, en el sector teldense del Valle de Jinámar, de las últimas escenas en la Isla de la película
Palmeras en la nieve se ha enfrentado a un serio contratiempo. El pasado lunes de madrugada la producción del film fue objeto de la visita de los cacos que se llevaron material eléctrico, joyas y vestuario, según la información a la que ha tenido acceso TELDEACTUALIDAD.
La productora ha presentado ya la correspondiente denuncia en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en Telde y efectivos de la Científica han iniciado ya las pesquisas para intentar esclarecer este nuevo robo que afecta a esta histórica mansión.
Se da la circunstancia de que el saqueo de este lunes se produjo a pesar de que la productora de la película contrató un servicio de vigilancia de 24 horas.
Salón de baile africano
Tal y como informó TA, desde hace unos días la Casa de la Condesa, en el sector teldense del Valle de Jinámar, acoge estos días el rodaje de las últimas escenas en la Isla de la película Palmeras en la nieve. La construcción que perteneció al Condado de la Vega Grande se ha transformado en un salón de baile africano Anita Guau.
Después de dos semanas de montaje y atrezzo, el edificio constituye el último escenario isleño de la película, inspirada en la novela homónima y Luz Gabás y protagonizada por los conocidos rostros de Mario Casas y Adriana Ugarte.
Sin embargo, dado que sus tramas se desarrollan en épocas distintas, los actores filmarán en días alternos en el enclave ficticio de Anita Guau, revestido con mobiliario antiguo y chiringuitos de estilo africano para emular los clubs nocturnos de los años 60 en la Guinea española, donde se ambienta gran parte del filme, según informó La Opinión de Tenerife en una noticia publicada en su edición impresa del pasado 29 de agosto.
De esta manera, Casas filmó la última semana de agosto por la tarde las primeras escenas en el recinto teldense, mientras que Ugarte protagonizará las últimas escenas filmadas en la Isla a principios de la semana próxima. Por lo tanto, la ambientación de la mayoría de espacios de rodaje tiene que ser modificada a lo largo de la filmación, para adaptarla a las dos épocas en que se desarrollan las tramas, a mediados del siglo XX y en el presente.
En el caso de la Casa de la Condesa, la zona se encuentra totalmente blindada, para evitar agrupaciones de fans o curiosos a sus puertas.
Fue el pasado 14 de julio cuando comenzó el rodaje de ‘Palmeras en la nieve’, que transcurrirá a lo largo de 10 semanas en Gran Canaria, 2 semanas en Colombia y 3 días en Huesca, empleando más de 70 actores, más de 250 técnicos y más de 2.200 extras.
Se trata de la gran apuesta de Atresmedia Cine, producida por Nostromo Pictures y Palmeras en la Nieve AIE, en asociación con Telefónica Studios, con la participación de Atresmedia, Canal Plus y con la colaboración de Warner Bros Pictures España que también estrenará la película el 4 de diciembre de 2015.
‘Palmeras en la nieve’ está dirigida por Fernando Gonzalez Molina y protagonizada por Mario Casas, Adriana Ugarte, Macarena García, Celso Brugallo, Laia Costa y Emilio Gutiérrez Caba. El director sigue la senda de éxitos basados en novelas como’Tres metros sobre el cielo’ y ‘Tengo ganas de ti’.
El guión de ‘Palmeras en la nieve’ ha sido realizado por Sergio G. Sanchez, autor de los textos del ‘El Orfanato’, Fin y Lo Imposible, y está basado en la exitosa novela homónima de Luz Gabás, leída ya por más de 500.000 personas desde su publicación en 2012.
Desde 1926 la isla de Fernando Poo (ahora Bioko) formó parte de la Guinea Española, aunque era posesión española desde 1778, hasta que en 1968 se proclamó la independencia del país. La progresiva escalada de tensión y violencia de esos años supuso un complejo episodio de nuestro pasado del que apenas llegaban noticias a la península. “Palmeras en la Nieve” sitúa su acción por una parte en el periodo de transición de las colonias a provincias de ultramar hasta la independencia definitiva, y por otra en el presente, en Bioko, un territorio herido tras años de inestabilidad, dictaduras, desapariciones, tortura, y falta de libertades.
Se trata una historia tan épica como intimista que tiende puentes entre dos tiempos, dos culturas y dos generaciones. El descubrimiento accidental de una carta olvidada durante años empuja a Clarence a viajar desde las montañas de Huesca a Bioko para visitar la tierra en la que su padre Jacobo y su tío Kilian pasaron la mayor parte de su juventud, la isla de Fernando Poo. En las entrañas de un territorio tan exuberante y seductor como peligroso, Clarence desentierra el secreto de una historia de amor prohibido enmarcado en turbulentas circunstancias históricas cuyas consecuencias alcanzarán el presente.
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