viernes, 15 de febrero de 2013

Una pareja con cuatro menores podría ser desahuciada en Telde


  • Esta pareja de El Caracol Alto 

    tendrá que salir de su casa

     con sus cuatro hijos

    y sus pertenencias para no volver

    Una pareja de El Caracol, con los niños en situación de riesgo, se enfrenta a una orden de desahucio dictada por una deuda inicial de 1.960 euros
    Siete de marzo, nueve y media de la mañana. En el futuro de Itahisa Pérez y José Antonio Vega hay una fecha fatídica y grabada a fuego por una resolución judicial ante la que poco pueden hacer. Si no hay milagro, ese día esta pareja de El Caracol Alto tendrá que salir de su casa con sus cuatro hijos y sus pertenencias para no volver a ella. Una orden de desahucio pesa contra ellos porque una sentencia emitida en diciembre reconoce que deben 1.960 euros a su casero (cantidad que ya ronda los 2.500 euros) y que la única opción para seguir contando con un techo es pagar.
    A priori, el calvario que padecen no dista mucho del que deben estar sufriendo otras muchas familias en Gran Canaria: todos en paro y sin subsidios o ayudas. Pero en este caso en particular el drama es mayor aún si cabe: los cuatro niños de Itahisa (José Antonio sólo es el padre biológico del más pequeño, bautizado como Messi y de apenas diez meses) están declarados en situación de riesgo. "Mis hijos lo son todo y si me los terminan quitando no sé lo que voy a hacer", se lamenta esta madre de 28 años, desempleada desde hace casi dos años y que ha trabajado en la atención a mayores y en el sector hostelero.
    Andy (10), Patricia (7), Tahíche (3) y el citado bebé componen una unidad familiar en la que los problemas económicos arreciaron desde el momento en el que se acabaron las ayudas, en octubre.
    "Yo me ofrezco a trabajar de cualquier cosa, pero no sale nada. Estoy desesperado", apunta José Antonio, quien junto a la chica come desde hace cuatro meses gracias a la solidaridad de sus madres. "Los niños almuerzan en el comedor del colegio, pero no tenemos ni donde quedarnos ni dinero con el que pagar, por ahora, lo que le debemos al dueño de la casa", detalla el patriarca mientras Messi, ajeno al problema que agobia a sus progenitores, no deja de gatear, informa La Provincia/DLP.
    El cabeza de familia, pintor y peón de la construcción, asegura que a la deuda reclamada por el casero habría que descontarle un tercio de las facturas de agua y luz que sí han podido abonar con la ayuda de sus familiares para no verse sin servicios básicos. "A él por contrato le correspondería aportar un tercio de todas ellas, así como el arreglo del termo que hice por mi cuenta. Así que yo creo que le deberemos la mitad, pero él lo niega de forma rotunda", reseña.
    El caso es que el tiempo corre en su contra. Se han dirigido ya a las instituciones porque saben que hay casas sociales vacías y sólo piden que les concedan una con alquiler mínimo para sacar su prole. Y sobre todo, un trabajo "de lo que sea". La plataforma Stop Desahucios ya ha contactado con ellos. Su última esperanza, las promesas hechas por el concejal Guillermo Reyes, cuyo partido, Ciuca, lleva Servicios Sociales en la ciudad. Si no hay suerte, quedarán botados en una acera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario