sábado, 31 de diciembre de 2011

REFLEXIÓN ANTE UN AÑO NUEVO


Foto: Jesús Ruiz Mesa

………….   En el último segundo del último minuto de la última hora del último día 31 de diciembre de 2011, hago esta reflexión, evocando el paso del tiempo, inexorable, por el cuerpo y la mente humanas, protagonistas del mismo.


Al despedir el año, como siempre, esperanzado,
tras las campanadas de la anual frontera,
en la noche vieja del ayer, ya estoy en el hoy,
el primer latido del presente,
el amanecer de otro año nuevo,
otra página en blanco para escribir,
un tanto reflexivo me asomé al vacío.


La noche cumplía su programada misión,
con su oscuro manto, cegando el horizonte
arriba un firmamento de luces
acompañaba una luna creciente,
estrellas, astros, galaxias y cometas,
me guiñaban  su misterio.

Desde ese minarete, mi balcón,
vi pasar 12 meses y cuatro estaciones,
365 días de gloria, de penas, de crisis,
fracasos y éxitos,  bienvenidas y despedidas,
en suma, de humanos,
de gentes que invadieron con sus gestos,
para bien o para mal un almanaque,
 arrancada cada hoja,  desearon en la próxima,
mejor suerte en sus vitales andaduras.

Antes de pasar a la otra orilla
cruzando la frontera,
sin darme cuenta,
a un paso de dejar un año,
otro nuevo comienza.

¿Cuántos seres podrán escribir
-entre dos espacios diferentes-
su propia historia,
su propia aventura?

Peregrinos por el cosmos,
tiempos tan distantes
dibujados en nuestras mentes,
en nuestros cuerpos tatuados,
de recuerdos esculpidos.

Es la edad del tiempo,
es la edad del mundo,
mutable, constante, infinito,
todos en un viaje sin retorno,
conscientes del milagro de vivir.

Nacer, crecer, sentir, soñar,
amar, envejecer, recordar,
olvidar, llegar,
aceptar y morir.

Viajemos hacia nuestro destino,
con cada experiencia aprendida,
con cada secuencia ya vivida.
Es, hasta el fin de los siglos,
nuestra propia existencia,
la eterna y humana historia.

¡ FELIZ 2012 Y TODOS LOS DE NUESTRAS VIDAS !

Jesús Ruiz Mesa
Telde, diciembre 2011

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