lunes, 16 de mayo de 2011

UN CONCIERTO PARA RECORDAR EL QUE NOS OFRECIÓ EL GRUPO A LA ANTIGUA TRÍO EN LA IGLESIA CONVENTUAL DE SAN FRANCISCO DE TELDE

por Jesús Ruiz Mesa

Foto Jesús Ruiz Mesa para http://www.teldeenfiestas.com/
El sábado pasado 14 de mayo, tuvimos la oportunidad de asistir a la audición del concierto ofrecido en la Iglesia Conventual de San Francisco de Telde, cuyos interpretes que componen el grupo A La Antigua Trío, nos dejaron un gusto exquisito, canciones, composiciones y armonías con sabor a trópico, una muestra de virtuosismo, de la maestría y maneras de conjuntar piano, flauta,  clarinete, y clarinete bajo, en las interpretaciones de los hermanos Carlos y Juan Manuel Alemán, y en el piano Rayco Falcón, dos cubanos y un canario, que centran su repertorio en la música clásica de concierto cubana, latinoamericana y americana, con estructuras musicales de claros acentos melódicos cubanos, de jazz convencional y obras clásicas de un género y cultura musical de una complejidad en su ejecución, muestra es, en este concierto, el magnífico resultado del perfecto acople de los instrumentos y la lectura de sus partituras convertidas, en las sensibilidades de estos tres grandes artistas, en verdaderas obras de arte musical, y de una gratísima experiencia artística su audición.  
A la Antigua Trío surge con el propósito de abordar y dar a conocer con identidad propia, parte del repertorio de los grandes maestros de la llamada música nacionalista de concierto cubana de los siglos XIX y XX como Manuel Saumell, Ignacio Cervantes, Ernesto Lecuona y otros, y compositores latinoamericanos y estadounidenses como Georges Gershwin, adaptando sus obras a esta instrumentación, que han sido orquestadas por el compositor, director y orquestador D. Eliseo Alemán Gajano.


Profesores en sus especialidades instrumentales de la Escuela Municipal de Música, Danza y Teatro de Telde, han llenado de ritmos, armonías y sensaciones con sabor a música cubana, latinoamericana y norteamericana en un selecto repertorio para traernos unas variaciones musicales, que, en cada uno de los temas, nos han dejado el ritmo y las cadencias de la música que, precisamente, en nuestras islas, hemos tenido la suerte de escuchar hace mucho tiempo por la afinidad de nuestra cultura con las corrientes, emigraciones y culturas de ida y vuelta, entre ellas bien marcadas las influencias e intercambios de nuestra música en todos sus aspectos y ámbitos de expresión.
En una perfecta conjunción de músicos, instrumentos y perfección en la ejecución de las partituras elegidas, nos han llevado por los aires y sabores musicales de Cuba, en composiciones que dan entrada al concierto, títulos tan sugerentes y hermosos como Los ojos de Pepa, de Manuel Saumell (1817-1870), o  Los tres golpes, Danza Cubana, y Los delirios de Rosita, Los muñecos, de Ignacio Cervantes (1847-1905). De Ernesto Lecuona (1895-1963), La Danza de los Ñáñigos, Danza Lucumí,  y del mismo Lecuona, la trilogía: Danza Negra, La comparsa, A la antigua. De Gilberto Valdés (1905-1971), Ogguere. De José White (1836-1918), La bella cubana. Del compositor norteamericano George Gershwin (1898-1937), los Preludios I, II, III. Interpretaron una selección de canciones entre las que destacan, Lágrimas negras, del compositor cubano Matamoros, y la suite La Tarde.
Unas sensaciones a flor de piel y en lo más profundo del corazón escuchar la sensibilidad y formas de llegar a transmitir la verdadera esencia de la música cubana, el acento del son y el bolero, obras que marcan claramente los patrones de la música de la otra isla, Cuba, haciéndonos viajar desde y bajo la bóveda de nuestra iglesia conventual de San Francisco por las vegas, litorales, playas, pueblos, bohíos, guajiras, habaneras y aromas de trópico a flor de piel, que inspiraron historias escritas en sus letras y músicas compositores que supieron transmitir el latido y sensibilidad de los corazones de la otra orilla, la del caribeño Atlántico sonoro.
Contradanzas escritas por el compositor y pianista cubano Saumell, nacido en La Habana, una de las figuras importantes dentro de la música cubana que inicia el nacionalismo musical, un gran aporte a la cultura musical de la isla.  Ignacio Cervantes, nacido igualmente en La Habana, virtuoso del piano y compositor, está considerado la más importante influencia de la música cubana del siglo XIX. Ernesto Lecuona Casado, compositor, de fama mundial y muy conocido en España, nacido en Guanabacoa (Cuba) y fallecido en Santa Cruz de Tenerife; hijo del periodista español Lecuona Ramos, originario de las Islas Canarias establecido en Cuba. Uno de los músicos cubanos más destacados. Graduado en el Conservatorio Nacional de La Habana. Uno de los aportes más importantes que realizó a la zarzuela y teatro lírico cubano fue la romanza cubana. Numerosas producciones cinematográficas incluyen obras musicales de Lecuona. José White, músico y violinista cubano, nacido en Matanzas, (Cuba), y fallecido en París, que junto con Ignacio Cervantes, fue uno de los mejores precursores de la música cubana del siglo XIX, así como de la Habanera. Junto al compositor Cervantes, fue expulsado de Cuba en 1875 por dedicar conciertos para recaudar fondos para la causa cubana. Una de sus obras más famosas es La bella cubana, precioso tema, que el trío A la antigua nos ofrece en el concierto de San Francisco de Telde. George Gershwin, compositor estadounidense nacido en Brooklyn (Nueva York), y fallecido prematuramente a los 39 años. Famoso por su composición Rhapsody in Blue, de las que se han realizado numerosas versiones, escribió composiciones para  comedias musicales y cinematográficas, famosa igualmente es su ópera Porgy and Bess, a la que pertenece la famosa aria o nana, Summertime, adaptada por numerosos músicos de jazz, e interpretada por infinidad de cantantes,  o la pieza sinfónica An American in Paris, para la producción cinematográfica Un Americano en Paris, dirigida por Vincent Minnelli.
El concierto de A la antigua trío, extraordinario en todas sus concepciones, tanto instrumentales como en la calidad y magisterio interpretativo de sus protagonistas ha resultado ser un gran éxito, el público asistente que llenaba las dos naves de la Iglesia de San Francisco, ovacionó y agradeció calurosamente cada una de las intervenciones musicales y en el ambiente flotaba algo tan natural como que las diferentes notas, armonías, ritmos, compases y sonidos no nos eran del todo desconocidos, cada tema elegido para su ejecución, por lo menos esa fue mi impresión, estaba tan definido y expuesto que, Cuba y su música, sus compositores y los ecos de aquella Cuba, de aquella Habana de los años 80 y 90, que tantas veces visité, en el recuerdo de mis estancias en aquella isla, sinceramente me lo trajeron nuestro grupo visitante, A la antigua trío, renovaron las esencias puras de las mezclas rítmicas del Caribe cubano, y en el silencio de la noche, la de La Habana y retornando por las empedradas calles de nuestro viejo San Francisco, pude escuchar el compas de mis huellas sobre las viejas piedras, las de aquí y las de allí, las de esta orilla y las del otro lado del Atlántico, las del viejo San Juan,  la Dominicana española antigua, y las de La Habana vieja,  siempre nueva en la memoria y en el recuerdo que bajo el son de su sabor, sal, azúcar, ron y caña, bolero, mambo y habanera, en este concierto me han hecho recordar unos versos que dedico a este trío, cubanos y canario, por los cuatro costados, el eco de sus armonías resuenan en mis oídos, felices, inquietos, danzones, suaves y picarones,  la flauta, los clarinetes y el piano en las manos y corazones de Carlos, Juan Manuel y Rayco, con la mejor de sus expresiones artísticas los versos de una despedida al dejar La Habana, un mes de marzo de hace ya varios años escribí: “Aquel mar caribeño, piélago azul costero, de vieja farola y vapor aventurero, tabaco, aguardiente, hembra y perfume, porteña, morena se me hacen tus formas, graciosa, embrujada y serena tu cara presume. Sabor a trópico y aires que de allá regresan, nuestra savia los mismos árboles alimentaron, y dos lagrimas por sus mejillas cayeron, una para recordar y otra para el abrazo sincero. Llegadas y despedidas, cartas perdidas sin nuevas devueltas, sones en la noche y traicionados corazones, ante tus puertas, rindieron gentes que desde otras orillas llegaron, barcos de errante peregrinar, tesoros, conjuros y lamentos en tus entrañas hundidos, y sigues digno, silente celoso de tu puerto, bocana, y al tiempo encadenado,  castillo regio de El Morro de La Habana”.
Un encuentro cultural de los que siempre queda el recuerdo de un buen concierto, y el público así lo manifestó, en tanto que, al final del programa, los músicos fueron ovacionados por su calidad tanto profesional, como humana, sencillez y simpatía, ofreciéndonos un bis como regalo, una contradanza del compositor Paquito de Rivera. Entre el público asistente, autoridades, amigos, profesores de música y familiares, se encontraban los padres de Carlos y de Juan Manuel, D. Eliseo Alemán Gajano y Dª. Lucía Angelina Fernández. D. Eliseo es compositor, director y orquestador del programa y de la selección ofrecida en este concierto. Mis sinceras felicitaciones al grupo A La Antigua Trío,  en la seguridad y deseo de lograr todos los éxitos en conciertos y colaboraciones musicales futuras.  
Un buen acierto la presentación de este acontecimiento musical, dentro del programa cultural que para este trimestre de abril, mayo y junio, la Concejalía de Cultura, Juventud e Igualdad de Oportunidades, que dirige la Concejal Almudena Vaquero Oller,  viene desarrollando dentro de los proyectos culturales de dicha Concejalía. Muchas gracias.
Jesús Ruiz Mesa, colaborador cultural Telde, 15 de mayo 2011  

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