jueves, 29 de diciembre de 2016

Dicurso de Pino Monzón, premio Inocente 2016

Me llamaron de repente
para darme la noticia
con respeto y sin malicia
una persona decente:
“Nombrada has sido inocente”
fue la noticia que dio
y es verdad, juro por Dios
que a nadie nunca he matado,
ni siquiera he desplumado
a quien un palo me dio.

      Me agradó la distinción
por ser la primera dama
en dar un salto a la fama
¡Gracias a la Comisión!
Y digo de corazón
que se repita la historia
y hagan caso a la memoria,
que no vuelva a suceder
que olviden a la mujer...
para que estén en la gloria.

      Y hablando del paraíso
les cuento lo que pasó:
que la mujer la cagó
y no supo lo que hizo,
le echó el ojo a la manzana,
la mordió de buena gana
y Adán pecó de inocente
pues también le “jincó” el diente
y se jodió la pavana.

      Está más que comprobado
que, siendo yo una inocente,
tengo dos dedos de frente
y talento demostrado.
Al margen de lo acordado...
me considero inocente,
no sé qué opina la gente
si el honor es merecido
porque boba nunca he sido,
que es cosa muy diferente.
      
La mayor inocentada
que me quisieron pegar,
se le ocurrió a un concejal,
que aquí ya no pinta nada
y me hizo una trastada
al pretenderme quitar
una placa duradera;
se enteró la isla entera
salió en Telde Actualidad.

      Tuvo que dar marcha atrás
y dejar la placa quieta
porque a mí se me respeta
en esta noble ciudad.
Pienso que le deben dar
el título de güevón
por tremendo resbalón
“Santa Rita, santa Rita,
lo que se da no se quita”
óyelo bien, concejal.

      No me lo vuelvas a hacer
porque soy muy buena gente
y encima soy inocente
aunque sea una mujer,
que lo importante es tener
muy tranquila la conciencia,
lo digo con emoción
y..., gracias por la atención
de escucharme con paciencia.

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