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ALVARO MONZON.

Hoy tocó día de relevo y traspaso de información con el concejal entrante.

Después del ofrecimiento realizado por la alcaldesa, Carmen Hernández (Nueva Canarias-bloque canarista), en el último pleno ordinario de mayo, de la total disponibilidad para efectuar las tareas de relevo y cambio de titulares de las áreas, hoy nos reunimos en las Casas Consistoriales de Telde.

Después de cuatro años de intenso trabajo en la Concejalía de Parques, Jardines, Fuentes y Medio Ambiente son muchos los temas y gestiones realizadas. Con la paz y la serenidad del deber cumplido y que mi esfuerzo y energía estuvieron siempre entregados a mi ciudad de Telde, realizamos y mejoramos cuestiones de las que me puedo sentir orgulloso. Seguramente se quedaron otras sin hacer. Cuatro años son cuatro años. Mucho o poco, la gestión coordinada de gobierno, ahí queda para la mejora y la historia de la ciudad.

Desde el arreglo de más del 50% de los parques infantiles y el establecimiento de unos planes prioritarios de futuro para estas áreas de juegos; la eliminación del ERTE al personal de Jardines-Telde, el establecimiento de los equilibrios económicos con las empresas concesionarias, el inicio del procedimiento para la contratación pública del futuro con mejoras sustanciales del Servicio de Parques y Jardines incorporando nuevos espacios y más personal, más recursos materiales, etc. (Procedimiento abierto de “conservación de espacios verdes y arbolado, parques infantiles, áreas biosaludables y de calistenia, mobiliario urbano, monumentos y fuentes ornamentales del municipio de Telde”). Tres lotes en total, después de 10 años de un contrato precario y limitado. El inventario y mejora de las esculturas y monumentos, el Corredor Paisajístico de Telde y la recuperación de caminos y senderos del municipio, creando la primera red municipal; la redacción y aprobación de tres ordenanzas (ordenanza y catálogo de árboles singulares, residuos, huertos urbanos), los acuerdos de custodia del territorio con asociaciones y fundaciones, la plantación de más de 5.000 árboles en distintos suelos municipales para la acción climática, la aprobación de una estrategia local de participación ciudadana en la conservación de espacios verdes (“barrios verdes”), la aprobación del PACE (plan de adaptación al cambio climático) y un largo etcétera, etcétera.