Hoy cambiaremos de tercio... ¡Cantemos a las islas!
Sextillas de amor a la tierra donde piso...
¿Qué dedo me han de cortar
que no me sangre y me duela?
Así, mi amor se revela
por mis islas –Las Canarias-
Bellezas extraordinarias
que a mi ser tienen en vela…
FUERTEVENTURA:
El sol nace en la alegría
de derramarse en tu oro.
Rubias arenas que al coro
de la brisa y de tu espuma
con tu nombre se perfuma.
Fuerteventura... ¡Tesoro!
LANZAROTE:
Se te divisa a lo lejos
cual si fueras un Titán,
la boca de tu volcán,
esplendor al que me entrego…
Lanzarote, isla de fuego
y de mis besos, imán.
GRACIOSA:
Tu pequeñez te hace altiva,
el sol se columpia al verte,
no puedo más que quererte
como se quiere al sosiego.
Por ti mis versos despliego
Graciosa, sin conocerte.
GRAN CANARIA:
Terruño de Guanartemes,
-de la férrea valentía-
Tierra donde llega el día
de la mano del sol bravo
y es por mi amor que te alabo.
Tierra del Nublo… ¡Isla mía!
TENERIFE:
Mirando tu monte altivo,
que duerme en manto de brumas,
y se mece en las espumas
de las nubes que lo abrazan…
Tenerife, a ti te alcanzan,
los elogios que rezumas.
GOMERA:
Yo quisiera ser el silbo
que rebota entre tus flancos.
Ser los embates más blancos
que saltan entre tus riscos…
Ser Gomera, los pellizcos
que da el sol a tus barrancos.
HIERRO:
Fuerte como lo es tu nombre.
Como la sabina ¡fuerte!
como el mar que sube a verte
arañando tus riscales.
Así eres Hierro, y ¡me vales
más que la vida y la muerte!
LA PALMA:
Búscame entre tus devotos.
Tabaco, retama y pino.
O al arrullo de aquel trino
que se hace eco en la sombra…
Cuando a La Palma se nombra,
me sabe la boca a vino.
Guadalupe Santana Suárez ©
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