LA LUZ QUE ME FALTA
Para retenerte en mí, busco el silencio Señora
como el sol busca la aurora cuando nace tras morir.
Así yo renazco aquí, frente a tu Luz, que enamora
y mi rezo, Bienhechora,
se vuelve verso por Ti.
Sostienes entre tus manos a la salvación del mundo,
pero vivimos rotundo el dolor de actos profanos;
sintiendo a tantos hermanos en el horror más profundo,
estimo como infecundo
en muchas almas, sus granos.
Riégame con tu mirada, que es agua de amor y vida,
que tu luz brille encendida en la senda señalada
y aunque a veces una espada amenace suspendida,
no me importa su caída si te tengo a mí abrazada.
Guadalupe Santana Suárez ©
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