sábado, 17 de junio de 2017

Julio Pérez Tejera 'pone rostro' con su pregón al espíritu de las fiestas de San Juan

         

El poeta teldense pregonó esta tarde-noche en la Casa Condal los fastos del patrono de la ciudad

Mome de la lectura del pregón, esta noche en la Casa 
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Telde.- Julio Pérez Tejera guió este viernes a la ciudadanía teldense hacia las fiestas de San Juan Bautista 2017. Poeta y vecino del barrio, este profesor de autoescuela pronunció a sus 63 años el pregón de los fastos del patrono de la ciudad en la Casa Condal, brindando un reconocimiento público a todas aquellas personas sencillas que, de forma anónima, dedican parte de su vida al bien común.



Ante un patio de butacas completamente lleno, y con la presencia de la práctica totalidad de la Corporación municipal, Julio Pérez Tejera tomó la palabra tras la actuación del Coro Amati y una breve intervención de la alcaldesa Carmen Hernández, quien lo definió como “una de esas personas conscientes de la importancia de aportar a nuestra sociedad lo mejor de cada uno”.



Justo en torno a esa idea, la de hacer “más confortable” la vida de los demás, giró su discurso. Una proclama con mimbres poéticos y un profundo trasfondo humanista que este pregonero, natural de El Calero pero que lleva más de tres décadas residiendo en San Juan, también entremezcló con recuerdos de su juventud y de las fiestas sanjuaneras de antaño.



Haciendo uso del don de la elocuencia, trasladó a estas celebraciones los valores del santo del que toman nombre, “el más grande de los pregoneros”. Haciendo visibles del mismo modo “a todas estas personas que, por el ajetreo del día a día, nos pasan inadvertidas y que, en su honestidad a la hora de desempeñar sus labores, nos recuerdan el espíritu de Juan El Bautista, el recuperar la confianza en el ser humano”          .galeria de imagenes 




El pregonero puso nombre a algunos de estos vecinos, “bautistas” de los tiempos actuales que “intentan ir un paso más allá en el cumplimiento de sus deberes y están en el atendimiento de la necesidad del otro”.



Comenzó por la maestra jubilada Delia Pintos Vieitez, gallega de nacimiento pero teldense de adopción, destacando los muchos años que lleva implicada en actividades solidarias y “trabajando con la convicción de que la Educación es la base para formar mejores personas”.



Continuó con el neumólogo Agustín Valido Morales y todos aquellos profesionales del municipio dedicados al campo de la sanidad. “En esa voluntad de servicio a los dolientes está el contento de la fiesta”, apuntó Pérez Tejera.




También se refirió a al joven poeta Mariano Rupérez Pérez, “que con la palabra y desde la palabra se nos acerca para decirnos que esa juventud que posee continúa siendo el divino tesoro que muchos como él administran, en contra de las voces que se alzan para quejarse de unos jóvenes que resisten y se elevan sobre esta realidad dura y despiadada que les hemos dejado. En esa resistencia está también la alegría”, resaltó.



Luego, el pregonero mencionó a la soprano Araceli Bosa Hernández, al pianista Ignacio Clemente, a la pintora Begoña Rodríguez Rueda, al actor Ángel Cabrera Santana y al joven agricultor David Rodríguez González. También al cineasta Mateo Gil, al periodista José Naranjo Noble y a la ingeniera Lucía Hernández Suárez. “En cualquiera podríamos encontrar a los futuros pregoneros de la esperanza”, dijo de ellos.



Por último, también aludió al trabajo de colectivos como Club Balonmano Las Remudas o del equipo de empleados de las bibliotecas municipales. Y nombró al maestro carpintero Félix Rodríguez Alemán, ya fallecido pero que sigue “en nuestra cotidianeidad”.



A todos ellos dedicó frases de reconocimiento y agradecimiento que entremezcló con versos y recuerdos de poetas teldenses como Montiano Placeres, Patricio Pérez, Fernando González y Saulo Torón.



Haciendo una analogía precisamente con la “casa en construcción” de este último y distinguido autor, cambió ligeramente el rumbo de su pregón para referirse al inconcluso Palacio de la Cultura o a los vestigios del ingenio azucarero de Los Picachos que, a duras penas, resisten el embate del paso del tiempo y del descuido institucional. “Todo lo inacabado, todo lo imperfecto tiene abierta una puerta de infinitas posibilidades hacia su conclusión”, añadió de manera esperanzadora.



En el tramo final de su pregón, Julio Pérez Tejera evocó recuerdos del Telde de su infancia y juventud. Especialmente aquellos relacionados con las fiestas de San Juan. A don Teodoro, el querido sacerdote del barrio, y algunas travesuras que junto a su amigo Ricardo Hernández tuvieron como escenario la Basílica Menor, templo matriz de la ciudad para el que reivindicó una apremiante rehabilitación.



Rescató también el olor de las jareas asadas, las casetas de tiro, las tómbolas, cajas de turrones, cucuruchos de chochos con sal, manzanas de caramelo, roscas, sopladeras y otros elementos y vivencias de las celebraciones. “En esa fragilidad, en esa magia, tan intangible como ella, se hace presente la alegría de la fiesta”.



Por último el pregonero convidó a la ciudadanía teldense a ser “precursores de la verdad” y a “allanar caminos para hacer más llevadera nuestra vida y la de los demás.



Heriberto Zerpa y Amati cerraron el acto
Tras esto, el público le brindó una cerrada y duradera ovación a la que siguió una traca de voladores y la entrega de unas placas conmemorativas por parte de las autoridades municipales. Dando paso, acto seguido, a las actuaciones de Heriberto Zerpa y el Coro Amati.



Pregón de las fiestas de San Juan Bautista 2017

Intervención de la alcaldesa de Telde

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