La imagen religiosa retornó hace escasos minutos a su hornacina en el altar mayor de la Basílica
TELDEACTUALIDAD
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Ante una iglesia abarrotada y sofocada por el calor, aunque con una ligera menor afluencia de personas con respecto a años anteriores, el Santo Cristo de Telde fue retirado desde su urna de cristal, junto al presbiterio, y transportada con sumo cuidado por sacerdotes y monaguillos hasta los pies del altar mayor del templo matriz de la ciudad.
En este punto, el grupo de porteadores recibió a la imagen y comenzó este esperado ritual que desde 1963, cuando se instauraron las bajadas anuales, se repite cada 22 de septiembre y que, una vez más, desató el fervor, las plegarias y las lágrimas contenidas desde horas antes entre los varios centenares de devotos congregados en San Juan.
Con la ayuda de un par de escaleras, cuerdas, poleas y amarres, los seis porteadores –Fernando González, Francisco Rivero, Javier Sosa, Cristo Medina, Jesús Santana y David Peña– iniciaron la maniobra. Suspiro a suspiro, la bella imagen que los indios tarascos de México modelaran en el siglo XVI a base de pasta de millo y que arribó a la ciudad a mediados de esa centuria merced a las pujantes relaciones comerciales entre América y el viejo continente, comenzó su ascensión hasta su hornacina en el altar mayor del templo.
Allí, a unos 12 metros de altura, permanecerá presidiendo la Basílica hasta que el 12 de septiembre de 2017 se vuelva a encontrar con su pueblo y con los miles de fieles llegados desde diferentes puntos de Gran Canaria. La Banda de Música de Telde puso fin al acto interpretando la canción y el himno dedicado al Santo Cristo.
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viernes, 23 de septiembre de 2016
Ampliación: El Cristo de Telde se despide de sus fieles
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