viernes, 4 de diciembre de 2015

“Nacimientos del Mundo” y el pregón de Navidad El pasado uno de diciembre de 2015 a las ocho de la noche con  colaboración del Cabildo de Gran Canaria y la Casa de Colón y organizado por la Asociación de Belenistas Canarios San Juan de Dios se llevó a cabo la inauguración de la exposición  “Nacimientos del Mundo” y el pregón de Navidad que esta vez corrió a cargo de D. Pedro Callicó Sosa. Presenta el evento D. Juan  Ramón Gómez Pamo.
En este acto se rindió homenaje a los belenistas, Juan Ramón Brito Rivero, Juan de la Cruz Rodríguez y el Rancho de Ánimas de Arbejales – Teror.
Concluye el acto con la actuación del Rancho de Ánimas.
PREGON INTEGRO Y RESEÑA BIOGRAFICAS DEL PREGONERO
Pedro Salvador Callicó Sosa, nació en Pico Viento nº27, entre el Secadero y Tafira Baja, en Las Palmas de Gran Canaria, en los tiempos en que las cigüeñas traían a los niños a nacer en sus casas.
Estudió en nuestra isla, en diferentes centros escolares  de la capital Gran Canaria.
Por traslado familiar, también cursó estudios en  Ávila en Castellón de la Plana y en Albacete, finalizando el bachiller y el preuniversitario en la ciudad de Granada.
Posteriormente se trasladó a Santiago de Compostela, donde estudió un año de magisterio, tres  años de medicina, finalizando su carrera de A.T.S., (ayudante técnico sanitario), que convalidaría luego por D.U.E. ( diplomado universitario de enfermería).

De vuelta a Las Palmas, prestó sus servicios en diferentes centros hospitalarios, como enfermero y posterior Supervisor Gral. del Hospital Insular, enfermero de urgencias, pasando a jefe de enfermería de la clínica de Rehabilitación, y enfermero del servicio de rayos x, del hospital Materno Infantil, durante un año,  para ocupar luego el puesto de Supervisor Gral. del mismo centro, hasta su jubilación, durante unos 30 años.
Ha escrito poesías, cuentos y leyendas, y ha sido pregonero de las fiestas de la Rama de San Pedro, en el Valle de Agaete, en 1999 y pregonero de las fiestas de la Asunción de Tafira Baja, en el 2007.
Ha intervenido en diferentes certámenes de poesía, colaborando con la fundación Blas Sánchez, el patio de las Culturas, fundación Marco Ojeda, Memorial Pedro Lezcano en todas Sus ediciones, Juegos florales de poesías del museo Javier de la Rosa, colaboraciones poéticas con el casino la Luz de Agaete,  y ayuntamiento de la Villa, entre otras.                            Cofundador del grupo de poetas y escritores Canarios La Arcadia, del que actualmente es presidente, y con el que continúa asistiendo a encuentros poéticos, y ofrendas como a la Virgen del Pino, siendo este año la número  XXIII, y a la Inmaculada Concepción de Jinamar.


En  Las Palmas de Gran Canaria a 1 de diciembre del 2015
                        (CASA MUSEO DE COLÓN)

 Exmo. Sr. D. Francisco Cases Andreu, Obispo de Canarias
 Ilustres autoridades.
 Sr. Presidente de la asociación de Belenistas Canarios, San Juan de Dios.
 Familiares y amigos.

Es para mi un honor y un motivo de satisfacción, el que, por parte de la Junta directiva de los Belenistas Canarios, se me haya invitado a hacer el pregón de la Navidad de Gran Canaria, del presente año 2015, siendo el séptimo pregonero que lo hace con esta asociación;  y en  el marco histórico de esta Casa de Colón, que tantos y tan gratos recuerdos  aportan de mi niñez. 
Quiero iniciar este pregón con un primer poema.
                       

   Un año más que pasa
   haciendo nuevas huellas al camino,
   ayer, es una sombra que descansa,
   y el llanto de nacer…, es esperanza,
   sintiendo la llegada del Dios-niño.

   Es navidad, y como cada año,
   aflora a nuestra piel el sentimiento,
cobran vida pastores y rebaños,
y el agua de platina, va llenando,
los estanques de nuestro nacimiento.

Es época de paz y de recuerdos,
de tornar la tormenta en armonía,
de sentir el mensaje, que hace tiempo,
en Belén se hizo amor, en el momento,
que latió en las entrañas de María.

Es volver a vivir en el pasado
olvidando angustias y presiones,
retornar a la infancia, donde anclado,
permanece ilusión, y dulce amparo,
que supieron guardar nuestros mayores.

Y en el deseo de paz, la harina es nieve,
el mágico misterio, en este encuentro,
es sentir que ese entorno se conmueve,
si dejamos salir, para que juegue,
la niña ó niño que llevamos dentro.


Desde siempre, la navidad, ha marcado una parte muy importante de nuestras vidas, haciendo un especial paréntesis, un intento de romper con todo, de proteger y dar paso a otra realidad, donde la comprensión, los sentimientos, las ansias de ser mejores, de ver la vida de una forma nueva y diferente, en que los humanos, pese a todo, seamos capaces de vibrar y sentir con el corazón, esa necesidad de hermanamiento con el mundo, ante la llegada del niño Jesús.

Y volver a celebrar
que vibre otra vez la vida
en nuestro humilde portal,
para  poder encontrar
las esperanzas perdidas.
Así, sentir la unidad,
voz de la tierra canaria,
que sembrada en nuestro mar
es capaz de germinar
al calor de Timanfaya.

Los inmensos arenales…
y los reyes, por las dunas,
oasis y palmerales,
Mafasca, que enciende el aire,
¡aire de Fuerteventura!.

Las quesadillas del hierro,
la nieve que cubre el Teide,
el silbido del gomero,
que es oración, que el cielo,
como un eco permanece.

Rapaduras de la palma,
el mazapán de Tejeda,
sentir, que se llena el alma,
si al niño, se acuna y canta,
el arrorró de mi tierra. 


También, irremediablemente, estas fechas, nos remiten a nuestra niñez, y dentro de ella, a los recuerdos y a las experiencias más queridas, más entrañables, donde el pincel de nuestra sensibilidad, es capaz de dibujar su tesoro más querido, la familia.
Posiblemente, por el valor que desde niño le damos, es por lo que nos volcamos a la que formaron San José, la Virgen, y como no,  el verdadero protagonista de la navidad, el niño Jesús, al que siempre hemos visto, con los ojos del alma, tiritando de frío en un pesebre, junto a sus padres, y flanqueado por el buey y la burrita, que daban calor al establo.

Unir arte y sentimientos,
recuerdos sueños y fe,
hoy lo llamamos Belén,
ayer era nacimiento.

Y ver la nieve cubriendo
los arboles y montañas,
blancas de harina y nostalgias,
villancicos del silencio.

Y vuelve a nacer la magia,
la luz llena los caminos,
y en los ojos de los niños,
nace también la esperanza.

Navidad, ¡canto a la vida!,
canto al amor que se entrega,
canto al alma que se llena,
con acordes de  folía.

Hacer con gofio escaldón
y con zaleas el pesebre,
para abrigar, cuando llegue,
al portal el niño-Dios.


Aún tengo la imagen de mi abuelo, Pepe, porque sin duda son importantes los abuelos en la navidad, que en su casa , en la calle La Pelota , montaba en toda una habitación el nacimiento, él y mi abuela Lola, fueron los corresponsables, con mis padres, de sembrar y alentar el espíritu de la navidad en mi y en mis hermanos, hecho que se justificaba porque mi bisabuelo, Rafael Bello, escultor e hijo de Silvestre Bello, también escultor y profesor, me comentaban que hacía unos nacimientos especiales, haciendo todas las figuritas del Belén, e incluso vigilaba las alforjas de un burrito, que llenaba de peladillas, y los niños se ocupaban de vaciarlas para que las repusiera de nuevo.
Todo el nacimiento fue donado por orden suya, a su muerte, al asilo de ancianos de esta ciudad.
 Mis padres, José  y Asunción , continuaron con la tradición familiar, y vi nacer de sus manos casitas de corcho con techos de cartón ondulado y pintados de rojo imitando tejas, tuneras, palmeras, casonas con latadas y patios empedrados con arroz teñido de gris, carruchas, carros, azadas, lecheras y una serie de pequeños detalles que descubrían la canariedad de sus autores.

Y de nuevo se ilumina
nuestro pequeño portal,
tras la nevada de harina,
que hace despertar la vida
y latir la navidad.

Y traerle, para el niño,
bienmesabe de Tejeda,
y queso de Valsequillo,
turrones de “La Moyera”.

Buscar pan hecho de leña
con chorizo de Teror,
y sancochar papas nuevas
y hacer un mojo picón.

Talvinas de vino y gofio
para combatir el frío,
y sentir, en el camino,
el alma llena de gozo.

Leche recién ordeñada,
y en un lebrillo, el tabefe,
llenarse la madrugada,
de aromas, que se derraman,
con el café de Agaete.

Sentir la paz y el amor,
y el mensaje solidario,
que al entrañable arrorró,
se conmueva el corazón
de todo el pueblo canario.


En ese afán de los niños/as, de guardar pequeños tesoros, cristales de colores machacados, estampas, chapas, boliches…etc, recuerdo que en una ocasión estando en misa, después de pasar a visitar a mis padres, mi hija Elena se acercó a mí y como un secreto, buscando mi complicidad, me dijo, abriendo su diminuta manita infantil, “mira papi lo que tengo”, mostrándome el niño Jesús que había cogido del nacimiento de los abuelos, no pude por menos de sonreírle e indicarle que había que ponerlo de nuevo en su cunita para que no se enfriase.
 Sin lugar a dudas, va una diferencia notable de los antiguos nacimientos a los actuales, que sin perder la magia y el espíritu de la navidad, han pasado de ser humildes representaciones religiosas, a un auténtico derroche de arte, con los más inusitados materiales, que despiertan en nosotros la certeza de que, este año, el niño Jesús nacerá en Las Palmas.

  Llega un año más la estela
para anunciar, que otra vez,
ha vuelto el niño a traer
su mensaje en una estrella.

Es esperanza hecha amor
sueño capaz de volar,
y llegar a desbordar
con su paz el corazón.


Y ver en el nacimiento
la nostalgia en cada risco,
que al son de los villancicos
nos transportan a otro tiempo.

Allí nació nuestra fe,
que hace, que en las islas nuestras,
sintamos, en estas fechas,
que todo el mundo…, es Belén.


No quiero finalizar este pregón, sin hacer un encendido homenaje a los emigrantes del mundo, que se ven obligados a abandonar a sus familias, sus casas, sus tierras o sus naciones, por las guerras y el sinsentido humano.
Y denunciar la pérdida de respeto y dignidad, que les roba a los niños sus fantasías para convertirlos en soldados, la violación de mujeres y niñas, la violencia de género, la incontrolable proliferación de corruptos, la pérdida del valor a la vida.

Es por mover en el mundo,
Nuestros deseos de soñar,
por no querer …vender humo,
que es la pretensión de alguno,
y ahogar la flor de la paz.

Por querer, desde esta tierra,
sentir el latido noble,
donde el corazón encierra
los estertores de guerra,
en donde se pierde el hombre

Anular el sentimiento,
de envidia y de incomprensión,
ver que es incorpóreo el tiempo,
que es simple juguete el viento,
e indefinible…el amor.

Hoy quiero volver de nuevo,
a nacer, sentirme niño,
para iniciar otro vuelo,
poner otro azul al cielo,
otro sentido al cariño.

Y que al decir navidad,
sintamos nuestro interior
llenarse de  libertad,
de sueños de eternidad,
porque llega el niño-Dios. 

FELIZ NAVIDAD A TODOS 

                                                                           PEDRO S. CALLICÓ SOSA 



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