miércoles, 23 de septiembre de 2015

El fervor 'enciende' la Subida del Cristo de Telde

El fervor 'enciende' la Subida del Cristo de Telde
La imagen religiosa retornó esta noche a su hornacina en el Altar Mayor de la Basílica de San Juan
TELDEACTUALIDAD
Telde.- Las fiestas del Santo Cristo de Telde llegaron esta noche a su fin con la tradicional Subida de la venerada imagen hasta la hornacina superior del retablo del Altar Mayor. Una delicada ceremonia que más de un millar de personas siguieron con emoción y lágrimas contenidas desde el interior de la Basílica e incluso desde el exterior, agolpándose en la plaza de San Juan.
 
La ciudad de Telde se despidió un año más de su querido Santo Cristo tras unas fiestas de carácter estrictamente religioso que comenzaron el pasado día 11, víspera de la bajada de la imagen, con el pregón que ofreció el sacerdote salesiano José Carmelo Pulido.
 
Han sido diez los días que esta imagen de incalculable valor artístico y espiritual, que fuera modelada por los indios tarascos del estado mexicano de Michoacán hace ya casi cinco centurias, ha pasado junto a su pueblo. Jornadas en las que ha sido notable la afluencia de personas que se han acercado hasta sus pies a orar y trasladarle sus súplicas.
 
Esta noche, al filo de las 20.30 horas, tras la eucaristía oficiada por el sacerdote claretiano Vicente Cuadrado, que durante la homilía insistió en que los critianos tienen que "acompañar" más que nunca a Jesús en una sociedad "cada vez más alejada de los valores de los creyentes", el Santo Cristo regresaba al lugar en donde descansa habitualmente, a más de siete metros de altura, en lo alto del templo matriz de la ciudad.
 
Una ceremonia que desde 1962, cuando se instauraron las bajadas anuales, se repite cada año, pero que no por ello ha perdido la emoción y el fervor que cada 22 de septiembre envuelven a la efigie en su retorno al Altar Mayor.
 
Tras ser trasladada por cerca de una decena de sacerdotes desde su trono móvil, ubicado a los pies del presbiterio, hasta los primeros peldaños de las escaleras colocadas a ambos lados de la hornacina, los seis porteadores y el equipo de mayordomos iniciaron el izado de la efigie ayudados por un sencillo sistema de cuerdas y correas.
 
Fue en ese preciso instante cuando la emoción se desató. Entre gritos de “¡Viva el Santo Cristo de Telde!", las lágrimas y los aplausos de la muchedumbre, algunos no quisieron incluso perder la ocasión de retratar la maniobra con sus móviles, poco a poco, y con una apacible cadencia, la imagen fue ascendiendo con serenidad hasta ser depositada en la hornacina del retablo flamenco. La Banda de Música de Telde puso fin a la ceremonia interpretando la canción y el himno dedicado al Santo Cristo.
 
Un colofón perfecto para una jornada en la que el intenso calor y la humedad sofocaron a los miles de fieles que siguieron el ritual desde el interior del acalorado templo de San Juan.
 
(Pendiente de completar reportaje gráfico)

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