domingo, 20 de abril de 2014


  1. Te bendecimos, Señor, a ti que eres nuestra luz,
    y te pedimos que este domingo que ahora empezamos
    transcurra todo él consagrado a tu alabanza.

    Tú que por la resurrección de tu Hijo quisiste iluminar el mundo,
    haz que tu Iglesia difunda entre todos los hombres la alegría
    pascual.

    Tú que por el Espíritu de la verdad adoctrinaste a los discípulos de
    tu Hijo,
    envía este mismo Espíritu a tu Iglesia para que permanezca
    siempre fiel a ti.

    Tú que eres luz para todos los hombres, acuérdate de los que viven
    aún en las tinieblas
    y abre los ojos de su mente para que te reconozcan a ti, único
    Dios verdadero.
    Amen.

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