El viernes 22 de noviembre, a las 20:30 horas, llega al Teatro Municipal Juan Ramón Jiménez la comedia “Pecadoras” de Teatro La Sala, escrita y dirigida por Antoni Ramos. Organiza el Área Municipal de Cultura a través de la Empresa Municipal GESTEL con la colaboración del Circuito Insular de Artes Escénicas. Las entradas ya están a la venta al precio de 10 euros en www.entrees.es y en la taquilla del Teatro.
Pecadoras es el título del nuevo montaje del grupo Teatro La Sala. La obra está concebida como un espectáculo lúdico-festivo que combina el monólogo, con las fórmulas del cabaret y el musical, para profundizar en el sentido o sin sentido, de los pecados capitales.
Crítica y a la vez un poco ácida, “Pecadoras” se apuntala en siete protagonistas, siete mujeres, siete historias, siete pecados capitales que más allá del concepto en sí de pecado se cuestionan por qué, si el pecado es el mismo, la sociedad lo interpreta en el hombre como una virtud y en la mujer, sólo ve un gran defecto.
“Hasta en los pecados, si es que existen, no hay igualdad entre los sexos”.Sinopsis:
Siete mujeres devotas deciden ir a la procesión de Semana Santa pero una llamada les comunica que los siete pecados capitales se han convertido en catorce. Por ahí no pasan: “Ya es bastante flagelarse con siete pecados. “Imagínense con catorce!”.
Las siete entran al escenario al compás del pasodoble para encarnar, con un retazo de su historia y música, su pecado.
La Soberbia regenta un restaurante de lujo, el mejor del mundo, por supuesto.
La Gula no puede refrenar el ansia de comer y la lucha con los regímenes alimenticios.
La Envidia desea y envidia hasta el colesterol malo, “es que lo tiene la otra”.
La Avaricia es capaz de quitarle las espinas al gato para cocinar una sopa de pescado.
La Lujuria demuestra que de sexo los hombres hablan más que hacen.
Y la Ira, que nos cuenta que trabajar con el calzado es lo peor para su sistema nervioso.
El epílogo final las pondrá a todas en conversación con el mismísimo Papa y su angelita, para evidenciar que hasta en el pecar, la desigualdad entre sexos es notable. Aunque a todos y todas nos agrade, en lo prohibido está el placer.
Una comedia divina donde el pecado es cuestión de sexos.
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