CARMELO OJEDA
Dice el refrán que “nada se ha visto más ridículo desde que Calígula nombró cónsul a su caballo”. Pues este miércoles hubo en Telde quien superó al emperador y a Incitatus. El ridículo que hizo fue grotesco y de los que están llamados a figurar en el libro de los récords. El lugar, la sala de la prensa del Ayuntamiento; el personaje, un informador que nunca está donde está la noticia porque lo suyo es el copia y pega.
Los periodistas que acudieron a la conferencia informativa, convocada desde el Ayuntamiento teldense para dar cuenta de los actos de las fiestas de San Gregorio, no daban crédito a lo que de forma chusca se planteaba por uno de los asistentes a la alcaldesa y concejal de Cultura sobre una supuesta filtración a un medio de comunicación, en referencia a TELDEACTUALIDAD, por haber adelantado el programa íntegro de los festejos del compatrono de la ciudad.
Llevado por la tirria y el rencor no fue capaz de entender la explicación de que por un “error” el programa se difundió por correo electrónico entre el personal de Cultura y que uno de los empleados, que había entendido que el tema era ya de dominio público, lo colgó a primera hora de la tarde en su perfil de Facebook, donde todavía permanece. Esa fue la fuente informativa de la que se alimentó TA para dar a conocer la relación de actos y avanzar el programa al filo de las 17.31 horas.
El susodicho, que tuvo la desfachatez de copiar íntegramente sin el más mínimo pudor unas horas después el avance informativo de TA, se aferró a una supuesta filtración directa desde Cultura a este diario para intentar sin éxito articular un escándalo y exigir explicaciones al área que dirige el nacionalista Martín. Como iba con la perniciosa idea que se le vio desde el primer momento, no le quedó otra salida que apuntarse a bruto para no aceptar las aclaraciones.
Es más, pretendió estérilmente que una responsable de prensa catalogase como una “descortesía” que este medio no aceptara retirar una información que circulaba ya por las redes sociales y que el propio concejal de Cultura llegó a colgar en sus perfiles de twitter y facebook y que retiró a los pocos minutos de su inserción, como el propio edil reconoció abiertamente en la rueda de prensa.
En fin, él, que fue con el designio de aguar la conferencia informativa - a la que por cierto acudió un buen número de medios- quedó ahogado en el ridículo, salió malparado, vamos, con el rabo entre las piernas, y dejó claro su total desconocimiento de cómo funciona el mundo de la comunicación y cuáles son las fuentes de las que se nutren los periódicos para obtener noticias.
Y es que, amigos, la información hay que buscarla y por supuesto contrastarla para no vender un día y otro también inducidos escándalos que siempre tocan en la misma puerta y que no pasan de ser meras conjeturas a las que nadie hace el más mínimo caso porque es vox populi quien maneja los hilos de ciertas publicaciones y voceros que sólo buscan desgastar a sus socios políticos en una estrategia sucia y torticera ante la que algunos, manifestando una indolencia incomprensible, se resisten a rebelarse ya.
Allá ellos con sus guerras, pero eso sí, y es un aviso a navegantes, mucho cuidado con pretender implicar a terceros que somos ajenos a las batallitas propias del poder. La indiferencia no es precisamente un sentimiento que cultivemos. Aclarado queda.
Carmelo J. Ojeda es catedrático, director de TELDEACTUALIDAD y ejerció durante casi 20 años como redactor de Canarias7 en Telde. |
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