domingo, 11 de agosto de 2013

PREGÓN DE LAS FIESTAS DE TUFIA 2013



Cuando un pueblo me reclama

para que narre su historia,

yo me agarro a la memoria

de los que prenden mi llama.

Y entonces mi voz derrama

la remembranzas aquellas,

cuando sólo las estrellas

alumbraban los senderos

para los pasos primeros

que aquí dejaron sus huellas.

Teldeenfiestas publica una galería de Imágenes de Ildefonso Rodriguez en el interior 


De aquellos que les palpita

el corazón con el viento…

Pues Tufia es un sentimiento

para todo el que lo habita.

Porque aquí el olvido grita

en la voz de los ancestros,

que fueron viejos maestros

para proteger la tierra

y en sus reliquias se encierra

todo el amor de los nuestros.

Era Tufia en los cincuenta

un rincón casi perdido

y de pocos conocido

hasta que fue cenicienta

de un edicto que sustenta,

que a los marinos de Gando,

se les fueran trasladando

siendo de allí desterrados

y a vivir aquí invitados,

por la ley de ordeno y mando.

Fueron cuatro los pioneros

que mi letra aquí reseña:

Manuel y Clemente Peña

y sus otros compañeros…

Andrés Guedes, el tercero

y con Francisco Negrín

se fue formando el fortín

que después pueblo sería,

cuando la gente vendría

a vivir a este confín.


Por entonces no existían

las leyes de ordenación.

No cabía la expropiación

y los pobres, no tenían

más aire que el que podían

respirar a cielo abierto…

Allí donde caerse muerto

juntaban unas piedritas

y construían su “chocita”

para su destino incierto.

Entre luces de carburo

y mechones pa’ la lumbre,

daban vida a la costumbre

de combatir el oscuro,

para caminar seguro

sobre las piedras de risco

y saltar sobre el marisco

al ir ca’ “Pepito el chocho”…

por  aceitunas, bizcocho,

sardinas y más de un pizco.


La usanza de aquellos años

era ayudar al amigo

en levantarse un abrigo

para los vientos huraños.

Y por nada y sin engaños;

sin querer sacar provecho,

venían todos derecho

a donde allí falta hiciera,

hacer muros y escalera

o tal vez echar un techo.

Así se fue conformando

la amistad de mucha gente.

-Nadar a contracorriente

la fuerza te va minando-

pero cuando ves remando

a tus hermanos de lucha,

el corazón ya no escucha

la voz del impedimento

y el valor busca el momento

en que sólo desembucha.

Allá en las tardes de asueto,

alrededor de una mesa,

quedaba la zanga presa

en las manos del aprieto

y no era ningún secreto

la compaña de aquel ron

que alegraba ese rincón

pa’ jugar José Farías,

Juan Pérez y faltaría

de Juan Roque, la mención.

Al igual que el pregonar

la bondad que se ha cernido,

de los que “a brazo partido”

supieron siempre auxiliar

y las penas mitigar,

de los menos compensados;

pero, que al ser golpeados,

por la vida, que es un rin,

encontraron a Delfín

para aliviar sus costados.

Y repasando el pasado,

también Juan Martín Ramírez,

nos mire de donde nos mire,

se sentirá afortunado,

por querido y recordado

y a los que hicieron su gesta

de la forma más modesta

sin que nadie se enterara…

Nuestra gratitud declara

este pregón de las fiestas.

Playa de Tufia, basalto,

acantilado y prodigio.

De nuestros Guanches, vestigio,

tu hermosura la resalto

y con mi verso yo exalto

los piropos que mereces,

porque a mí te me pareces

a ese trocito de cielo

que desde mi sueño anhelo

y mi ilusión la enriqueces.

Alma de pescadores.

Emoción de marineros.

Evocación de barqueros.

Refugio de buceadores.

Lienzo para los pintores.

Confesión de amor secreta.

Inspiración del poeta,

cantar de la maravilla…

Donde la luna que brilla

se retoca su silueta…

En este mar que musita

mientras yo les hablo a ustedes,

dicen que tiende las redes

una “Sirena Bendita”

a la que le irguió una ermita,

un señor, que aquí en la playa,

igual que hoy mima su talla,

ayer deshacía la piedra…

Por eso la arena negra

en la orilla se desmaya.

Antonio Suárez Talavera.

O “Pepito mala leche”…

Permítame que aproveche

para –a mi humilde manera-

agradecer la que fuera

su acogida a mi persona

y hablarme de la Patrona

con el fervor que la evoca.

Y es por eso que mi boca

su amor por Ella pregona.

Virgen de La Milagrosa.

Divina y Pura Señora,

este pueblo en el que mora

tu gente tan venturosa…

¡Presérvalo! Luminosa

Reina y Madre celestial;

Porque nada será igual

si les dejas con la magua.

Pon tus manos sobre el agua

y protégelos del mal.


Santo Cristo, complaciente.

¡Señor del pueblo de Tufia!

Ante ti soy la minucia

pero me postro ferviente,

porque estés en la rompiente

de la juventud que brota

y aunque la fe muera rota

en el suelo de sus vidas,

yo sé que siempre Tú, olvidas

nuestra estupidez ignota.

En cuanto a ti, Santa Rita…

Por el sanar de tu llaga,

yo te pido que se haga

lo que aquí se solicita

y porque estás en la ermita

recogida en tu silencio,

mi rezo no diferencio

a la hora de rogarte

y este pueblo se comparte

en la entrega que presencio.

Pero ya sabemos todos

que la Virgen se corona,

por ser la hermosa Patrona

de la playa y sus recodos.

Por tu nombre que es portento

haz que el amor recalcitre

igual que incrusta el salitre

su blancor entre la arena

y no dejes que la pena

en nuestro destino arbitre.

Virgen Morena y Bendita.

Adoración de mayores;

Por pregonar tus honores

mi corazón te recita.

En tu bondad infinita

y a los pies de tu cancela,

te confío la tutela

de este pueblo que es tu barca…

Eres remo que nos marca

eres rumbo y eres vela.

Eres hermosa pardela

merodeando nuestra charca,

contigo el alma se embarca

Adorada Centinela.


¡Viva La Virgen De LA MILAGROSA!




Guadalupe Santana Suárez ©

10 de Agosto de 2013

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