Razón de ser del campo:
La razón de ser del campo, es la de alimentarnos -entre otras-. Su principal razón de ser -juntamente con la de los animales- es la de alimentarnos. Para eso salió (salieron), de las manos de Dios. Y, a tal fin, debiera
estar a pleno rendimiento, dando: frutos, leche, carne, queso, etc. En otros tiempos, el niño aprendía del anciano las faenas del campo, y en él jugaba, crecía y aprendía de todo, colaborando con los mayores en las faenas del campo (la mejor escuela). De la tierra y de los animales, se sacaba la comida. Ahora, carecemos de los recursos, para comer y la tierra no se la cultiva -por imperativos cabildicios- y ni de los animales ya se come. Y así sucede -sin embargo- en cualquier rincón del mundo: que todos comen de la agricultura y de la ganadería (incluso nosotros, pero dependiendo de otras ganaderías y de otras agriculturas [pero no de la nuestra]). Ya no nace de nuestras manos comida, ni nuestras manos pastorea el ganado que nos la daría. Ya no se trabaja la tierra, y ello con el paro creciente que hay. Pero invierten dineros en obras faraónicas, que luego quedan sin uso y sin necesidad de ellas, como monumentos al despilfarro, sin que un céntimo de ello se desviara a lo que pudiera ser continuidad en el sector primario, hoy, vacío y sin nada. Nadie trabaja, salvo excepciones, en el campo, que a nada llegan si lo hacen y se retiran cada vez más. El pilar fundamental de cualquier economía, es la tierra, el sector primario. De ahí la riqueza, la comida y el trabajo. Pero aquí, eso no es así, sino que trabajen otros para nosotros comer, que les pagamos, sin trabajar (?). Ya no siguen en el campo los campesinos. Esto, es un desastre. Y no porque no quieran, es que les persiguen a multazos descomunales y desconsiderados, y tienen que abandonar (muerte o cárcel). No, no se impulsa el campo, se expulsa de él. Desgraciadamente, nos han acostumbrado a comer: frutas, leches, carnes, hortalizas, etc., de todo el mundo, a la par, que nuestra rica y fecunda tierra, solo cría hierba, que prohíben incluso la coman los animales; los pastores y ganaderos -los pocos que quedan- compran la hierba a cataluña. Esto, nos arruina, por todos lados y partes. Encima, no se forma a jóvenes con los pocos sabios que nos quedan en activo, para que recojan no solo el testigo, sino la experiencia y ciencia de quienes son sabios de una cultura que se pierde (la agri-cultura). El pilar central se ha desmoronado, y estamos perdidos. La tierra protegida, no tiene sentido. Hay que proteger al hombre, que vive de la tierra. Y si al menos tuviéramos una voz de denuncia; pero, ¡ni eso! Con lo cual todo en silencio, como si no pasara nada y echando balones fuera y entreteniéndonos con huertitos en las escuelas y en medio de los coches, contaminada por polución de lugares densamente poblados, donde plantan lechugas (¡se las coma su...!). Perdón, por lo que iba a decir y no dije. Si la prensa se nutriera de estas informaciones o comentarios, ¡otro gallo nos cantaría! Pero callan por y para no perder publicidad del cabildo y otras. Solo nos dan información densa y total de las plantaciones de laurisilva, y otras basuras, estériles que nada dan de comer, y roban terrenos al cultivo tradicional. Sobre lo que ocurre en el campo (seprona y miedoambiente), nadie dice absolutamente nada. Nada de la persecución a todo campesino que intente hacer algo, y que nunca lo dejan acabar, por la multa pertinente. Nada dicen de esa guerra fría entre el cabildo y el campo; nada de lo que sufre el campesinado (hambre y paro), teniendo de donde salir del paro y del hambre. El campo, no es noticia, y no hay un solo político que lo mencione, y nadie ve en él el único lugar de donde salir de la crisis. Ser campesino, es ahora, una “profesión” de alto riesgo: haga lo que haga, va a tener su castigo correspondiente, a no ser que no haga nada. Nuestras autoridades, ciertamente, miran hacia otros muchos lados, pero no al interior de la isla, al campo...
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