miércoles, 29 de mayo de 2013

El tiempo se ha parado en el campo:

El Padre Báez.
El campo no tiene tiempo. Es, el mundo natural. Donde los árboles. El campo trasciende el tiempo. La hora presente del campo es la de volver a aquellos tiempos. Hay muchos años de muchísimo esfuerzo
. La piel del campo: verde. Tenemos ahora, tiempos duros. Estamos en tiempos decisivos. Un presente, sin pensar en un medio y largo plazo. La política ha ido apartando a la población del campo, de la naturaleza. Se menosprecia el sector primario. El paisaje se vuelve solo urbano. Desaparece la cultura local. El campo, es algo permanente. No se preocupan del campo. Gravísimo error, prescindir de la raíz de la vida. Han plantado árboles estériles en lugar de árboles frutales. Han estropeado el entorno, con malezas protegidas. Falta diversidad de árboles: solo plantan pinos (a veces cardones, tabaibas, retamas, acebuches, etc.). Algo sin orden, y faltos de racionalidad: los pastores llaman “basura” a todo lo que planta el cabildo. En el mundo entero, se planta para comer (luego hay parques en las ciudades con árboles estériles, aunque en otras -sobretodo en andalucía- plantan naranjos en las calles. Don Matías Vega (Gobernador que fue de ésta, de Barcelona y Cónsul en Venezuela), plantó olivos en las carreteras de Agüimes a Santa Lucía, castañeros y nogales por las de La Cumbre; cirueleros, higueras, almendreros, etc., por las del centro isla, etc. Hay un gran grupo de ingenieros de lo forestal -en gobierno y cabildo-, pero no saben (no se enteran). No saben qué tipo de árboles corresponde a cada zona, y lo llenan todo de lo mismo, de pinos, sin más, sin respetar la tradición. Quieren que la isla vuelva a ser y estar, lo que era y estaba antes de la conquista. Por otra parte, la agricultura y la ganadería ha ido descendiendo, hasta llegar al nivel más bajo que jamás hubo antes. Quiere el cabildo que la isla toda se llene de tabaibas venenosas y envenenadoras. De llamarnos “de las palmas”, hemos pasado a llamarnos “tabaiberos”. La agricultura y la ganadería son la riqueza global (menos aquí, que dependemos de todas las agriculturas y ganaderías del mundo). Lo más importante es: dejar que en libertad cada uno trabaje su tierra y atienda a sus animales; sin embargo todos viven encerrados (también los pocos animales que van quedando -cada vez menos-). De entre todos los que padecemos la crisis, nosotros -los tabaiberos- vamos en cabeza, somos el número uno, nadie nos gana en: paro, hambre, miseria, etc. Sin sector primario, esto va a ir de mal a peor. Aumenta el paro, el hambre, y las tabaibas (junto con pinos, acebuches, viñátigos, madroños, escobones, zarzas, cañas, pitas, retamas, veroles, mocanes, dragos, palmeras, cipreses, fayas, etc., etc. Los caminos se han cerrado. Las retamas, se han vuelto árboles impenetrables (y el seprona y el miedoambiente protege todo eso), y si alguien se atreve a desgajar una rama de eso, los multan severamente. Carecemos de toda acción agrícola de tamaño medio o normal (hay pequeñísimos núcleos familiares, que son testimoniales (están vigiladísimos). Operaciones agrícolas no hay ninguna. La agricultura y la ganadería, están detenidas; las han parado. Nadie frena ese proceso del cabildo (acabar con todo vestigio y resto de agricultura y de ganadería). Leyes, y más leyes, controles por tierra y aire; denuncias de vecinos que cogen al infractor con las manos en las masas; y ellos que lo miran todo, con anteojos o prismáticos, lo fotografían todo desde helicópteros. Pasamos tiempos muy difíciles, para el sector primario. Si el presente es malo, de seguir en esta línea o dirección, ¿cómo será el futuro? Los tiempos de animales por todas partes y todo segado y el terreno limpio por la acción de rebaños y las manos segadores, han terminado. Hablar de papas, de millo, de cabras, de vacas..., ha quedado atrás en el tiempo. Hace tiempo, que el campo se paró (lo paró el cabildo). Los agricultores y ganaderos -hombres de campo y del campo- se fueron al sur turístico (los turistas cada vez vienen menos; este verano va a ser de hecatombe o ruina total en el sector turístico. Les han dado por cambiar el “sector primario”, y se lo aplican al turismo. Pues ahora, ni uno, ni el otro. Y lo malo es: que no reaccionan, están como ciegos. No se respeta a la naturaleza (ahora la han convertido en pistas para correr). Nada se mueve en el campo. El tiempo, se ha parado. Nada se proyecta, de cara a regresar a lo que todo el mundo hace (menos nosotros): atender el campo. Solo les mueven los perros, y los carnavales. Lo principal, es la naturaleza (entiéndase: el campo).  Del campo (y su cultivo, su cultura, su tradición, etc.): la comida, ¡y trabajo! El campo está limitado: todo prohibido. Se pierde cultura, valores, principios, nobleza, riqueza, libertad, material, aperos, alpendres, casas, arqueología, cuevas... Es la hora de producir, pero nos lo prohíben, no nos dejan. Mi verdadera universidad (pasé por cinco [Sevilla, Huelva, Salamanca, Madrid...), es: la tierra. En ella, aprendí, lo que no me enseñaron en las otras. Nuestra era, es la más negra de la Historia. Es necesario enlazar el pasado con el futuro. El campo, ha de trascender al paso del tiempo. El campo, no tiene edad (lo han dejado envejecer...

El Padre Báez.

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