miércoles, 24 de abril de 2013


Hay un empeño en acabar con el campo:El Padre Báez.


Desde que a mediados del siglo pasado se comenzó a plantar pinos donde antes pastaba el ganado y se cultivaba de todo, hasta el presente en el que el cabildo no ha cejado y dice continuar de cara al futuro, el campo se queda libre para unos pajaritos azules que crían en Tafira,
para dentro de cinco años soltarlos y para entonces los pinares tienen que expandirse o multiplicarse, por lo que no quedará donde amarrar una cabra ni donde plantar un cesto de papas. Despidámonos del campo. Más de cincuenta años (63), son una gran fuerza de resina y pinocha, que nos meten en el drama y tragedia de los veranos, al poner en el escenario materia ígnea que nos hace temblar de miedo y terror, donde antes había paz y comida, libertad y felicidad. El aliado a tal fin es el miedoambiente con el seprona, que facilita la acción criminal del cabildo al matar la vida ordenada y la tradición en una isla que siempre ha vivido de lo que producía, y ahora muere de hambre y pobreza al comer y depender totalmente del exterior, sin dinero, pero que les deja mucho dinero al cabildo que se lo complementa con multas a todo aquel que toque la tierra o una tabaiba. Las tabaibas son tantas, que ya la isla responde no al antiguo nombre de “gran canaria”, sino “gran tabaibal” y “el tabaibal”, el “archipiélago” ahora llamado “islas”. ¡Tanto ha sido el cambio, y más que viene en camino! Y pensar, lo feliz que fue uno y gozó en el campo, ahora, todo prohibido. Y ello, con la fertilidad de nuestra tierra. Es, increíble, la clase política haya anulado el campo. Jamás pude pensar que esto fuera a suceder. Gente que no trabaja, teniendo donde hacerlo. Es, sencillamente paradójico, con la crisis que tenemos encima y aún está por venir o caer. El campo, sigue moribundo, y le espera la eutanasia. Todo sube brutalmente. La gente ya no tiene ni para comer, y tiene que pagar multas al cabildo por intentar hacer algo para comer (sembrar, plantar o cuidar un animal que no sea un perro). No sabemos lo que busca el gobierno, el cabildo y los ajuntasymientos. Nuestro origen, está en la tierra. Nos roban la vida, nos vilipendian. Nos quitan la dignidad de ser personas libres. Siguen cometiendo los mismos errores del pasado (63 años y a más y a peor). Y lo grave, es que no se les ve el límite. Esto va a más –repito- y a peor. Están vaciando el campo. Esto es muy peligroso. Nada te dejan hacer sin permiso, y si lo pides te lo niegan. Y tenemos derecho a usar del campo, y a vivir del campo. Te multan sin saber por qué. Siempre se vivió del campo. Y no hace falta estudio alguno para trabajar en él. ¡La cantidad de campesinos, que se están quedando fuera del campo! Están sin esperanzas. Es tremendo lo que está pasando en el campo. Algunos campesinos llevan ya años, sin poder dar un mochazo. Es desolador, ver la situación (del campo y de los campesinos). El paro en el campo, es aterrador. Y el campesino no reacciona, no protesta. La impotencia es total. Muchos jóvenes, hijos de campesinos, se están marchando al extranjero. Esto es muy triste, tristísimo...

El Padre Báez.

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