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| MOMENTO DEL ACTO FOTO JESUS RUÌZ MESA |
por Jesús Ruiz Mesa
AQUI LAS FOTOS DEL ACTO
Telde, de costumbres enraizadas en lo más profundo del fervor popular canario. Me acerco en esta mañana otoñal a contemplar este acto religioso, con la procesión por la vía principal, y observo la multitud de gentes que acuden a los diversos puestos, tanto festivos como de oferta de productos canarios, frutos diversos de un olor y aspectos muy apetecibles para degustarlos, que sobre el terreno los agricultores han sabido cuidar, mimar y poner en valor, un valor que determina la riqueza que sobre nuestros mercados podemos admirar, como la presentación de la II Feria de la Naranja 2012 que tuvo lugar en las Casas Consistoriales de Telde, el pasado día 4, actividad que será expuesta al público el 15 de este mes de diciembre, de 10.00 a 16.00 horas.
Jinámar hoy se ha vestido de gala para sacar en procesión a su Virgen, la Inmaculada Concepción, celebrada la santa misa los asistentes han podido disfrutar de la fiesta en los numerosos puestos y mercadillo que cada semana se abre en este barrio. Hemos compartido la alegría de grandes y pequeños y días atrás de la famosa chupa de la caña dulce, en la que un grupo de colaboradores ataviados con trajes típicos canarios, repartieron 800 kilos en porciones de caña para degustar y chupar el dulce de la caña muy a gusto, costumbre que en esta fecha no se ha perdido, gracias al recuerdo que de antaño han heredado los vecinos de Jinámar, motivo festivo que convoca a numeroso público llegado de afuera.
Felicitar a todas y todos los que celebran su cumpleaños, santo, Concepción, Conchas, Conchitas, Inmaculadas, que la Señora nos de las fuerzas y esperanzas necesarias para continuar el camino, nos alumbre con su blanca e inmaculada luz, dejándonos ver, sobre todo a los más necesitados, la salida del túnel en que nos hemos involucrado todos con la crisis que no para de fustigar y desesperar a muchos, y como expreso en el poema que escribí hace nos años, lleguemos a regenerarnos de la planta de tallos nuevos elevándonos con la dignidad que merecemos, y que la esperanza devuelva, como la caña dulce nos ofrece en estos días, el dulce sabor de la vida a quién más lo necesite.
Una vez más nuestra Señora Inmaculada, ha salido en procesión sobre el pavimento de la principal vía, antigua, que tantas veces en nuestro ir y venir a la capital cruzamos y nos quedamos con la paz y tranquilidad que ofrecía Jinámar, cruzar Jinámar era llegar a Telde, bajo las sombras de los enormes eucaliptus, los parduzcos, negros y ocres de las lavas, cenizas, montículos de lapilli o picón, malpaís, cráteres, asomando entre sus crestas, caminos, veredas y senderos, adornados de parras, verdes cercados, palmerales, fincas, haciendas, y toda la esencia de un paisaje volcánico que desde el vigilante pico Bandama hasta los barrancos que mueren en el litoral atlántico determinan las páginas del libro abierto geológico que es este núcleo teldense.
Jinámar y su valle es y será la antesala, en un sentido y otro, de la mejor muestra y prueba que la naturaleza de nuestra geografía isleña a lo largo de milenios nos quiso regalar con su desarrollo volcánico que hoy hemos de cuidar, preservar y actuar para no deteriorar su paisaje, aún tiene mucho que ofrecernos, y desde estas líneas envío un homenaje a sus vecinos que celebran la fiesta de la Concepción y la Caña dulce. Felicidades y que sigamos disfrutando de la Concepción y la Caña dulce por muchos años. Muchas gracias.
CAÑA DE AZUCAR, CAÑA DULCE
Por caminos de vernáculas y lejanas culturas,
me trajeron desde oriente como vegetal ardiente,
en mi descubrieron un mundo de riquezas potente,
cultivo, explotaciones, mercados e industrias futuras.
De la caña, altiva, enhiesta, y bien su pulpa protegida,
campos de continentes y fructíferas cosechas se llenaron,
sangre de inocentes, entre los surcos perdidos derramaron,
por el fuego, por esclavos, por su silencio dejaron la vida.
La mano voltea el plantío y el machete al sol su hoja brilla,
piel de negro, a la fuerza tu destino sometido, su dolor esconde,
canto amargo entre el cañaveral y un seco crujido al aire responde,
sin más lamento que esperar la noche y reposar en la esterilla.
Natural es la planta traída para alimento y riqueza del hombre,
antes de sembrar, cultivar y recolectar, la mente hay que doblegar,
castigo del cielo, grito desesperado hasta de mi vida renegar,
con mis espaldas comerciaron y sobre ellas un epitafio sin nombre.
Por el fuego el reptil huye y la hoja seca cae en el fragor quemada,
el ingenio armado, espera, ingenio de bestias, ingenios por agua movidos,
la gramínea su madurez alcanza, su natural ciclo y producto convenidos,
caña recolectada, en hatos, a hombros y grupas de animales cargada.
Regenerada la planta de nuevos tallos desde el pie dignas se elevaran,
retoños de la misma tierra, generación de la misma plantación,
de la raíz al cogollo darán al paisaje una tropical y cálida sensación,
y un son, una oración al Padre, los cortadores y porteadores cantaran.
Cortadas y lavadas en los molinos, su jugo se extrae en la molienda,
y en agua añadida, la extracción final acaba en bagazo, sólido y pastoso,
la jugosa pulpa del corazón de la caña, el guarapo, filtrado, sin sucio poso,
en vasijas, calentado, el agua evaporada da paso a la melaza y a la hacienda.
Y sin acabar tu vida pasado el tiempo tu alma en ron convertido
el sueño de los justos en tonel tus secretos y juicios aguardas,
de aquella caña dulce, tus mieles sensuales, añejas y doradas,
regalas al hombre el sabor de tu savia por el sudor engrandecido.
Jesús Ruiz Mesa
octubre 2007
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