La noche del viernes 9 la Asociación Cultural “Escuela Taller Tyldet” escenificó en el Teatro Juan Ramón Jiménez de Telde un extraordinario trabajo teatral cuyo título TYLDET: Un ciclo de ida y vuelta, enmarcado en el programa de actos lúdicos y culturales, de las fiestas en honor de San Gregorio Taumaturgo de Telde. Una representación, preciosa en todos sus aspectos teatrales, por el mensaje y de la cultura tradicional y sus diferentes formas de decir, cantar y exteriorizar los sentimientos que en aquel pasado, cercano para los que lo vivieron y lejano para los que piensan que no ha existido, de una realidad vivida por ellos, que hay que dar a conocer, ponerla en valor y seguir manteniendo el interés por conservar su herencia.
Un recorrido lleno de mensajes, color y sensibilidad en cada una de las tradiciones escenificadas, nos llevaron de la mano por caminos que los que entramos en edades de parar, mirar de vez en cuando que fue de aquellos tiempos, los propios nuestros, los de los otros, los que se han quedado colgados de la memoria histórica y que por el devenir de este presente tan convulso, todo ha ido demasiado rápido, este ciclo de vuelta nos ha conducido por un recorrido popular, tradicional, llenos de costumbres y maneras de ser de un pueblo, esperanzado, una muestra palpable de que los pueblos caminan irremediablemente hacia adelante, con todas sus ventajas e inconvenientes, pero sin apartar la mirada de los que les precedieron y marcaron un tiempo, una época cuya impronta en las sociedades y sus desarrollos intelectuales, tanto personales como colectivos, no deben olvidarse o abandonar a la suerte de las circunstancias o desconocimientos para proteger un legado cultural que tanto sacrificio, trabajo y sudor costó, desde sus orígenes, desde la creatividad, expresión y transmisión de esa historia, la de las gentes que lo hicieron posible, y que es necesario mantener vivo.
Una representación, un ciclo de ida y vuelta gracias al trabajo, meritorio empleo, dedicación voluntaria, arte y sabiduría en cada uno de los cuadros escénicos representados, nos propusieron echar la vista atrás y mirar, escuchar y sentir el latido del tiempo en cada uno de los personajes que, con soltura, gracia y saber estar nos dieron la mejor muestra de su voluntad de trabajo, en un viaje de vuelta por lo que creíamos olvidado, la palabra, el verso, la canción, el romance, la danza.
Desde la primera actuación que se inicia con un Arrorró, dedicada niño teldense “Juan El Saltaperico”, arrullo que la madre canta pensando en la dura infancia que le espera, pero como niño en sus primeros años, el juego le distrae y se escapa a jugar con otros niños, juegan a la soga, a la Chata o a ¡Oh Juanillo!, espantando pájaros en los ratos de escuela y ocio, sabe bien lo que son las penurias y necesidades, hacen juguetes con los materiales y objetos sencillos de que disponen porque no hay otra cosa.
El niño crece y la vida se impone en el encuentro de sus protagonistas con las duras jornadas de labor, en medio de los tomateros, en las plataneras, en las desgranadas, descamisadas, en las inclemencias del tiempo, las plagas del cigarrón berberisco, en los votos que ofrecen al niño Jesús, en un baile para el pronto regreso del que ha emigrado, la petición de parejas para presentarse y bailar. Labores domésticas como el bordado, el planchado, las reuniones, pláticas y chascarrillos, murmuraciones. El pastoreo, la cultura del agua, el folclore musical, religión, supersticiones, cuentos, historias sobre el surco, en las relaciones personales, la emigración, las penurias y diferencias sociales, y como no podía acabar mejor, la fiesta de la boda y sus invitados, y sin faltar, por supuesto, los piscos de ron y el buen humor del hombre templado, feliz, pretendiendo bailar con todas las mujeres de aquellos inolvidables bailes de mocedad y alegría compartida.
Durante la escenificación a la que puso música, y excelentes voces, el grupo folclórico y musical de Tyldet, en cada una de las actuaciones de los diferentes grupos que marcaron el acento musical canario, folías, isas, malagueñas, aires de Lima, etc, se proyectaron en audiovisual imágenes retrospectivas de diferentes motivos que marcaron la cotidianeidad de un pueblo, cantos, relatos y anécdotas personales relatadas y tomadas en directo, labores en el campo, en el almacén de empaquetado, el tomate, fotos en grupo de paseo, festivas, etc.
Todo de una manera exquisita tratado desde el corazón de la misma tradición, heredado de las experiencias y existencias de aquellos que hoy, desde ese escenario se les recuerda con el respeto, el cariño y la gloria que merecen los que escribieron su propia historia, la que TYLDET nos ha mostrado en su Ciclo de ida y vuelta.
En una propuesta de un viaje al pasado en un trabajo de reconocimiento a nuestros mayores, los verdaderos, portadores del saber tradicional, muchos de ellos fallecidos, motivo por el cual adquiere más valor esta muestra. Un agradecimiento y gratitud en el recuerdo personal a dos grandes personas que en poco tiempo se fueron de nuestro lado, Landi Alemán excelente cantadora, persona afable, implicada y querida por todos y la del compañero, querido y admirado Jorge, fundador de Tyldet, ingeniero de numerosos proyectos en el seno de la asociación y mejor persona.
Con el aplauso unánime y agradecimiento del público asistente que llenaba el Teatro Juan Ramón Jiménez, en representación de Tyldet Miguel Vega Peña agradeció y felicitó a todos y cada uno de los que hicieron posible esta escenificación, con guión y dirección de Elena Izquier, realización técnica Francis Alemán, Voz en off Bruno Rodríguez, fotografías y documentación CDOPIT, idea y organización Tyldet. A la empresas colaboradoras, Cartonajes Unión. S.L., Escuela Taller TYLDET, de La Pardilla y al M. I. Ayuntamiento de Telde.
Enhorabuena a todos por poner en valor en esta representación lo que al pueblo le pertenece, su Cultura Tradicional y que en nuestras manos está el saberla conservar, divulgar, en el respeto y agradecimiento de los que en otro tiempo forjaron con su esfuerzo todo lo que pudimos presenciar en este viaje, en este Ciclo de ida y vuelta, por las formas de vida que marcaron una identidad, por ellos y para ellos, gracias a este extraordinario aporte cultural colectivo, estarán siempre en nuestro recuerdo. Muchas gracias.
Jesús Ruiz Mesa, colaborador cultural Telde y www.teldeactualidad.com, Telde 17 de noviembre 2012
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