POR SAN JUAN BENDITO, VOLVEMOS A NUESTRO TELDE
NOCHE DE SAN JUAN POR JESUS RUIZ MESA |
por Jesús Ruiz Mesa
Hoy vísperas de San Juan quiero escribir los versos más alegres de mi vida, sin olvidar y contradecir los del gran poeta, los suspiros, oraciones, rogativas y promesas que nuestras gentes, los ausentes y presentes, los siempre recordados, expresaran ante la imagen de San Juan Bautista. Quiero expresar y celebrar con alegría propia de unas fiestas tradicionales, fiestas del pueblo y para el pueblo, el júbilo de reencontrarnos y disfrutar, sin pensar en más historias económicas, recortes, déficits, primas y desesperantes conclusiones que no han dejado de bombardearnos, para aconsejarnos de cómo escapar de esta pesada carga, con noticias de realidades de las que nos somos ni culpables, ni protagonistas, pero sí nos hacen participes de sus consecuencias.
Quiero hilar estas palabras con el recuerdo de los, días de aquellos veranos adolescentes sobre las arenas de nuestras playas, con el curso recién terminado y alguna asignatura colgada para Septiembre, y siempre la línea de salida para estas vivencias, los exámenes finales de curso y San Juan, las fiestas de San Juan de Telde, nuestras miradas puestas en el horizonte marino que desde la gran mancha verde que se extendía hasta la costa, allí nos esperaban nuestras aguas, limpias, serenas, llenas de juventud, griterío y canciones que desde las emisoras locales, los primeros vinilos de 45 rpm en color, los quince años de aquel amor dinámico, el twist y las reuniones o guateques, lo pasamos en grande, el sur, el norte y los otros puntos cardinales aún quedaban lejos, pero volvamos a nuestro particular, viejo y nuevo San Juan.
Por estas noches del solsticio de verano, aprovechando los días más largos y las noches de oscuridad más cortos, en estas fiestas del ya iniciado estío del 2012, de bicentenarios, centenarios y siglos de batallas, que nos toca recorrer en cada hoja del almanaque, ahora desde el programa de festejos, en los saludas de las Autoridades Municipales y del Párroco de San Juan, D. José María Cabrera, y leído el Pregón, para traer, de los que ya marcharon, el recuerdo, que apegados a la tierra, su huella de encallecidas manos dejaron, y en el fuego, la noche de San Juan, arrojemos a la mítica y misteriosa pira los malos augurios, pesares, dolencias del alma, del cuerpo, inmundicias y demás pecados, los veniales, capitales y originales, que ardan en el fragor de la hoguera y crepiten hasta que desaparezcan por el siempre misterioso poder de las llamas.
Como el Ave Fenix levantarnos de nuestras cenizas y, cargadas las pilas, retomar el camino, de momento, y como cada año apoyarnos en las ganas de vivir, respirar profundo y elevar nuestra mirada al cielo, que estos días luce brillante, limpio, azul y bonito, que ya es bastante, y en San Juan, ante las torres de la Basílica , la alameda bajo la sombra de los laureles enmarcando el núcleo histórico y urbano del corazón de la zona fundacional de la ciudad, celebremos el San Juan nuestro de cada año, por el mes de junio, saludando a las ciudades, pueblos y barrios que igualmente festejan al santo bautista, en el sincero abrazo, felicitación y mejores deseos a los Juanitos, Juanitas, y a los que nos precedieron, dejándonos el recuerdo de haber disfrutado de su mano estas fiestas.
Reitero mis deseos festivos desde este medio digital del que soy colaborador que, en otra ocasión, por las mismas fechas les dediqué. Disfruten del verano, San Juan nos da la bendición desde que ya, entre las aguas del Jordán, bautizó con la misma agua al Cristo hombre, nuestro Santo Cristo de Telde, que cada día, nos observa desde lo alto del Altar Mayor de la Basílica menor que toma el nombre de San Juan, estos días, en estas fiestas, como bien nos desea el párroco D. José María Cabrera, ¡sean todos bienvenidos!¡Les esperamos!¡Contamos con ustedes!¡Muy felices fiestas!
Una hoguera por San Juan, el Barranco Real y el puente de Telde
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