sábado, 17 de marzo de 2012

EL PROGRAMA ABIERTO X OBRAS DEL CABILDO DE GRAN CANARIA PROPONE UNA VISITA A LOS YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS ABORÍGENES DE LOS BARROS EN EL YACIMIENTO DE JINÁMAR DEL MUNICIPIO DE TELDE

por Jesús Ruiz Mesa
Durante la mañana del 15 y 16 de marzo, en tres turnos de 10:00, 11:00 y 12:00 horas se han efectuado visitas a los yacimientos arqueológicos de Los Barros en el yacimiento de Jinámar, en el núcleo costero del Municipio de Telde, en el Mirador, Parque Marítimo de Jinámar,  programados por la Concejalía de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Gran Canaria, desde su programa de difusión cultural, Abierto X Obras,  con la colaboración de Arqueología y Patrimonio Tibicena, en los que se han tratado de dar a conocer los últimos descubrimientos y trabajos arqueológicos que se realizan a cargo de los especialistas en esta compleja, difícil y paciente tarea, como la de sacar a la luz lo que, según se va descubriendo, acercarnos a las formas de vida y entorno geográfico en donde se asentaron los aborígenes canarios.

Foto: Jesús Ruiz Mesa

Dentro de todos los yacimientos que actualmente están datados, documentados y dispuestos a ser presentados al público para conocimiento de nuestra propia historia, la de nuestros antepasado aborígenes, tienen una importancia para su desarrollo y exposición cultural los de Las Cuatro Puertas, Tufia-Aguadulce, Barranco de Silva, Las Huesas, Lomo Taliarte, Lomo de Los Melones, Cueva de Malpaso, Cascajo de Belén, Cendro, Tara, Caserones, Jinámar-Los Barros, Llano de Las Brujas, La Restinga, Bocabarranco.

Los Barros, datado a partir del siglo V d.C., corresponde a un espacio doméstico integrado por construcciones de superficie y cavidades artificiales. Es, junto con Las Brujas,  La Restinga o  Risco Mediomundo, un testimonio de o que antaño fue la intensa ocupación prehispánica del entorno, perteneciente a la desembocadura del barranco de Las Goteras y de Telde. Un marco en el que se reúnen las circunstancias idóneas para asegurar un poblamiento humano estable y prolongado en el tiempo: recursos hídricos abundantes, tierras de cultivo y pasto, una vegetación diversa y gran accesibilidad a los productos marinos como la pesca y el marisqueo.
Las fuentes arqueológicas y documentales han dejado constancia de la existencia de dos tipos de hábitat entre los canarios. Las cuevas típicas de las zonas del interior de la isla (Acusa, Temisas, Guayadeque,…..) y por otro las estructuras de piedra, más habituales en zonas costeras (Telde, Gáldar, Mogán,….). Leonardo Torriani ingeniero cremonés, escribió a finales del siglo XVI “Descripción de las Islas Canarias”, donde habla de las viviendas de los canarios de la siguiente forma:
 “……las casas hechas con piedra seca (es decir sin argamasa u otra cosa parecida), pequeñas, limpias y bien labradas, pero bajas de techo(……) Cubrían dichas casas con troncos juntados de palmas y encima de ellos, para defenderse de las aguas de lluvia, hacían una costra de tierra que todavía se usa hoy en Canaria; porque no tenían útiles para poder adelantarse a más noble arquitectura. A las casas ponían pequeñas puertas de tablas de palma, labradas con hachas de piedras duras afiladas, apretadas entre dos pedazos  de madera bien unidos y atados juntos……  
Grau Bassas uno de los primeros investigadores del Museo Canario, en 1886 se dirige a La Aldea y hace el primer proyecto de excavación en Lomo Caserones, él observa que hay entre 800 y 1000 casas, hoy en día podemos observar que había más estructuras domésticas a parte de las que vemos y son las que se conservan, es una sociedad con un protourbanismo, hablando de plazas, casas con utilidad común, con graneros colectivos, poblados que llegaban a la costa, en el caso de la Cueva pintada de Gáldar, por ejemplo, solo vemos el último proceso del barrio, porque realmente, cuando llega la gente que hace todo el poblado ya había gente que había poblado la zona, en una sociedad fuertemente estructurizada.
Con un espectacular panorama y bien situado, el yacimiento de Los Barros orientado sobre el barranco de Jinámar hacia el suroeste, en el 2004 se empiezan a llevar a cabo las obras del Centro comercial y el Cabildo constata de que hay estructuras para investigar. Una vez que aparecen el Cabildo obliga a la empresa de que hay  que mantener y costear el yacimiento. El Cabildo hace un ingreso directo para la restauración, mantenimiento y estudio del yacimiento excavado que son los trabajos que se realizan hasta ahora.
Después de la limpieza de la loma, evitando desmontes mecánicos u observando el cuidado de no deteriorar los posibles yacimientos que van a pareciendo, y se definen las estructuras y dónde iniciar la búsqueda de restos y señales a medida que ahondan el terreno y el entorno. La casa con una o dos estancias, presenta la misma morfología 2x2 mts. Sobre una ladera que desemboca en el fondo del barranco, aplanan el suelo y utilizan con muros escalonados contrafuertes para reforzar los muros. Los techos a base de maderas, de los que aparecen restos y datados, madera de palmera ligera y cubierto con lajas y una torta de tierra pisada.
A parte de esta estructura hay alineaciones de piedra que conducen a la otra parte del poblado, aparecen cerámicas fragmentadas decoradas, almagradas, los huesos que aparecen son de animales, propios de la alimentación, herramientas de piedra, hueso y maderas,  los líticos que son de basaltos y traquibasaltos que aquí son frecuentes, pero también aparecen piezas de obsidiana,  un tipo de vidrio volcánico, que no se encuentra en el sustrato natural, tiene que ser excavada. Al día de hoy solamente se ha localizado una mina de obsidiana en La Aldea, minas con grandes entradas, apuntaladas con palos y piedras, esas piezas de obsidiana aparecen gracias a un trasiego a un comercio, su utilidad de uso simbólico, de ostentación y de poder por su delicadeza, rompe con facilidad, por lo que los basaltos son mucho más útiles en el sentido práctico del uso. Los grandes poblados van a estar relacionados donde haya agua, en este caso el sustrato natural es bastante bueno, la desembocadura de un barranco, hay agua que corre desde las cumbres, se pueden plantar, hay una cabaña ganadera, aunque en Gran Canaria se le daba mayor importancia a la agricultura debido a los cultivos de regadío. En algunos años el propio modelo coercitivo de la sociedad feudal aborigen, en parte, era para preservar el alimento, por eso existían graneros colectivos para guardar y mantener la próxima simiente o repartirse el alimento.
La importancia del entorno y el arqueológico, vemos que el barranco desciende y en la zona de Telde, algunos de los yacimientos, en Gran Canaria hay más de mil yacimientos documentadas, excavados la gran mayoría, a veces de difícil acceso y que han surgido por la explotación urbanística. En este yacimiento el poblado mixto que nos lleva ante una estructura de poblado en cuevas  y otra en casas de piedra seca. El techo de la cueva completamente de arenisca, se desprendió y desapareció, y por motivos de seguridad se reforzaron los muros en piedra, con una altura de casi dos metros, la casa es bastante grande, aunque con las obras desaparecieron gran parte de sus estructuras. El fuego se hacía fuera de la casa, las piedras aparecen rajadas y con numerosos sustratos en ese hogar, unas veces las estancias eran reutilizadas, las piedras muestran diferentes tipos.
Algunas cuevas posteriormente sirvieron para guardar el ganado. Las estancias estaban decoradas, pintadas de rojo, utilizando el almagre, en una pasta homogénea como un enlucido, el uso era concreto, guardar el alimento, el agua, y dormir. Los especialistas en conservación realizan una de las labores que consiste en consolidar los muros, logrando una función preventiva y otra de restauración. La conservación se basa en la utilización de materiales consolidantes, tanto la parte externa, como las piedras y la argamasa existente entre los muros, de esa forma se logra una cohesión estructural del edificio, y seleccionando piedras adecuadas para mantener la altura y protección contra los elementos naturales.
Mi agradecimiento a la empresa Tibicena, Arqueología y Patrimonio Histórico, al Cabildo de Gran Canaria, Ministerio de Cultura,  a los guías monitores David y Gabriel, por la información cedida para la publicación de los textos expuestos, historia e interpretación de los trabajos que actualmente realiza todo el equipo.
Para los aficionados a la Arqueología y la Historia en general, una interesante visita que ofrece el programa ABIERTO X OBRAS, que va más allá de la acostumbrada ruta turística de la ciudad, y por supuesto el placer que supone el saber y aumentar conocimientos al sentir y observar sobre el terreno, nunca mejor dicho, los secretos desvelados bajo las piedras y tierra que el tiempo y el hombre sellaron para ser descubiertos, bien tratados y conservados, añadir al legado cultural que debemos dejar a las generaciones futuras. Muchas Gracias.
Jesús Ruiz Mesa, colaborador cultural Telde y www.teldeactualidad.com, 16 de marzo 2012

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