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| foto teldeenfiestas.com |
por Jesús Ruiz Mesa
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| Momento del acto Foto: Jesús Ruiz Mesa |
Organizado por el Círculo Cultural de Telde el pasado viernes tuvo lugar en el salón de actos y exposiciones de la Biblioteca Municipal Arnao de Telde, la presentación del libro “Décimas por un amor (Décimas-malaras cubanas en una voz canaria, Susa)” de la escritora y poeta María Jesús Lozano Cáceres, así como el libro poemario “Pelillos a la Mar”, de la misma escritora y poeta canaria María Jesús Lozano y de la poeta sevillana, residente en Madrid, Isabel Díez Serrano, editado por Granada Club Selección-Semilla de Poesía-.
Abre el acto la presidenta del Círculo Cultural de Telde, Da. Lucana Falcón, dando la bienvenida a todos los presentes, expresando el agradecimiento y felicitando a la escritora por haber contado con el Círculo para la presentación de estos trabajos literarios que forman parte de los actos culturales programados para esta temporada de otoño invierno. El próximo viernes 21 de octubre en los locales del Círculo, de la calle Juan Diego de la Fuente, a las 20:00, el Catedrático de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, D. Santiago Hernández León, impartirá la conferencia, “Democracia para idiotas”. El 2 de diciembre se inaugurará en la sala de la Biblioteca Arnao, la “Exposición de fotografías del grupo fotográfico del Círculo”. El día 9 recital sobre la obra del poeta Pedro García Cabrera. El día 10 el Encuentro de Coros de Navidad y la presentación del Coro del Círculo Cultural de Telde. Para Enero del 2012 y pendiente de fecha una conferencia sobre Radiactividad natural.
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Toma la palabra el presentador y coordinador del acto, el escritor y poeta teldense Julio Pérez Tejera, agradeciendo la presencia de todo el público y el apoyo del Círculo Cultural de Telde en un acto que no solo es la presentación de unas décimas y un poemario, es la relación de esos mismos versos con la música, la voz y las cuerdas de los instrumentos que inician, en la voz de Julio la siguiente décima de su producción, hermosos versos, dedicadas a María Jesús Lozano, con acompañamiento a la guitarra de Isaac Suárez: “Yo sólo soy altavoz para los versos de Susa que se ha convertido en musa para asomarse a mi voz. Si ahora canto por los dos y en su décima me inspiro, un paso atrás me retiro para verla lucir sola: ¡luna con bata de cola, que desde la tierra admiro!”
Julio en su intervención expone un extraordinario estudio sobre la creación de la décima, en esta presentación la décima malara: “En contraposición a quienes atribuyen la creación de la décima como estrofa a Vicente Espinel, están quienes la atribuyen al intelectual y poeta Juan de Mal Lara, nacido en Sevilla en 1524-1571, fecha en la que se publica su Mística Pasionaria, compuesta por catorce décimas, una por cada estación del Vía Crucis. María Teresa Linares Savio, Licenciada en Filología Hispánica, profesora del Conservatorio Superior de Música de La Habana, en el Simposio Internacional sobre la Décima, celebrado en Las Palmas de Gran Canaria en Diciembre de 1992, nos dice- La décima había tenido estructuras anteriores a Vicente Espinel que en 1591 dio a conocer la estrofa que llamó -redondilla de diez versos- y a la que Lope de Vega utilizó y bautizó con el nombre de espinela”. Pese a ello, el profesor Sánchez y Escribano, tras llegar a la conclusión de que la espinela más antigua conocida data de 1586, descubre - según él- “por casualidad”, una composición poética en espinelas, anterior a 1571. Se trata de la “Mística Pasionaria” de Juan de Mal Lara. Juan Luis Alborg nos dice, en el capítulo XX de su Historia de la Literatura Española, refiriéndose a la segunda mitad del siglo XVI que “Sevilla entonces no tenía Universidad, pero sí (…) escuelas o centros de estudios particulares como la famosísima de Gramática y Humanidades de Juan de Mal Lara, pieza fundamental del renacimiento sevillano en la que se formaron notables escritores.
Si damos como válido que la divulgación de la décima como estrofa se produce con la publicación de “Diversas Rimas”, de Vicente Espinel en 1591 y con el uso que de ella hace Lope de Vega, y que las de Juan de Mal Lara fueron escritas al menos veinte años antes “con la misma estructura”, podemos hablar de que el padre de la décima fue Mal Lara aunque Espinel la difundiera. Sin que, por ello, se le reste lo más mínimo a la importancia de Vicente Espinel como poeta. Esta cuestión pone de manifiesto, una vez más, que con independencia del valor intrínseco de las actividades humanas, la promoción es un aspecto fundamental en su desarrollo y consolidación. Pero dejémoslo estar y concluyamos este apartado con una de las décimas de Juan Mal Lara: “Ánima, ya al sumo bien/envuelto en blanco sudario/escoltar es necesario/hasta que tierra le den/Sigue a la madre también/y toma parte en su duelo/que tras del amargo anhelo/de la humana vida encierra/con la clave de la tierra/se abre la puerta del cielo”.
Cuando tuve este cuadernillo de “Décimas por un amor” en mi mano por primera vez, el tacto estriado de la cubierta, me trajo la sensación de las cuerdas del laúd, con el que se suelen acompañar las décimas en el punto cubano y no es casualidad que María Jesús Lozano nos hable, en una nota preliminar, de cómo su abuelo Antonio Cáceres, cantando puntos cubanos, y su tío Fermín, que era improvisador, la acercaron de niña a la décima. Porque, si es verdad que la décima y el punto cubano no son la misma cosa, el arraigo de la décima en Cuba es tan grande y está tan ligada al punto que llegan a confundirse. La utilización de términos como “sijú” (ave rapaz del Caribe), “bohío” (vivienda campesina cubana) o expresiones como “el conjuro del sapo” (técnica de amarre amoroso en la santería), entre otros aspectos, justifica el calificativo de “cubanas”.
Canarias, que fue y sigue siendo camino de ida y vuelta a América para tantas y tantas cuestiones, no pudo ser menos para la décima. De hecho, el poema con que se inicia la historia de la literatura cubana -Espejo de paciencia- fue escrito por el grancanario Silvestre de Balboa y Quesada y en él se cuenta el rapto al que se vio sometido el obispo Juan de las Cabezas Altamirano por parte del francés Gilberto Girón que, aunque compuesto en octavas reales, incluye un motete en décimas presumiblemente cantado cuando se produjo la liberación del obispo en 1604. Siglos después, Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, nos dejó el testimonio de ese arraigo en sus “Décimas para la décima” de la que les transcribo la primera: “Viajera peninsular/como te has aplatanado/ ¿Qué sinsonte enamorado/te dio cita en el palmar?/Dejaste viña y pomar/soñando caña y café/y tu alma española fue/canción de arado y guataca/cuando al vaivén de una hamaca/te diste al cucalambé?”.
Los encuentros de decimistas propiciados por el profesor D. Maximiano Trapero de la ULPGC y la labor de creación y divulgación del profesor D. José Yeray Rodríguez Quintana, han hecho aflorar el trabajo callado de muchos improvisadores y poetas en torno al fenómeno de la décima en las Islas Canarias”.
Interviene Pedro Callicó Sosa Presidente del la Asociación de escritores y poetas canarios La Arcadia: “Encantado de participar en esta presentación del libro Pelillos a la Mar en donde se parte de un enfrentamiento dialéctico de la poeta sevillana Isabel Díez Serrano y nuestra poeta y escritora María Jesús Lozano, se descubre fácilmente en la lectura del libro los perfiles humanos, culturales de ambas poetas, con la siguiente estrofa describo está décima: por valorar de algún modo su contenido total, con Pelillos a la mar no se resuelve del todo, a no ser que el acomodo del momento lo requiera, pero sin duda se espera que en este mar proceloso no tiren pelos a trozos sino la peluca entera”. Décimas donde la sensibilidad, la transparencia y la ruptura con el encorsetado conocer de su tiempo, hace más valorable y notorio el valiente enfrentamiento de la autora con las barreras que intentan impedir su libertad en el nacimiento de horizonte personal”.
Seguidamente toma la palabra la escritora, cuentacuentos, Pepa Aurora, en el saludo y el agradecimiento al Círculo Cultural de Telde y a todos el público presente por las atenciones y a su buena amiga María Jesús Lozano por haber contado con ella para la presentación de estos trabajos y expresa: “Polifacética labor poética, en el que habla con la sencillez de los cantores que sin más pretensiones habla con el lenguaje de los sentimientos, en un largo peregrinar, de la que doy testimonio como amiga. Este libro con un gran fondo de vena amorosa-erótica que le permite el manejo del verbo clásico con maestría, el cual le exige un virtuosismo que debe acatar normas en el ordenamiento de las sílabas, rimas, acentos, además de exigir una inspiración sostenida que da unidad, belleza, armonía al conjunto, lleno de erotismo, sensualidad y pasión, pero también de ternura, añoranza y congoja de luz viviente que perduran en los poetas que lo han cultivado, desde Vicente Espinel, su propagador, a todos los cantores populares que la nutren y la embellecen. A lo largo del libro María Jesús se nos va mostrando como una mujer pícara, valiente, defensora de los derechos de la mujer, amante esposa. Acostumbrada a leer los bellos sonetos de María Jesús y su emotiva poesía mística con la que ha ganado varios premios, leer estas décimas son una sorpresa muy agradable que muestra una nueva faceta de mujer versátil que consigue pasar con relativa facilidad del misticismo al erotismo, se nos ha convertido como quién no quiere la cosa, en una poeta llena de matices, capaz de describir situaciones escabrosas con mucho ingenio, pero apasionada con una calidez o candidez natural que va subiendo de tono e intensidad, consiguiendo el propósito de provocar en el lector una sonrisa de complicidad. Muchas Gracias”.
Finaliza la presentación con las palabras de agradecimiento de la autora María Jesús Lozano: “Mi sincero agradecimiento a todos por su asistencia, con las intervenciones de todos los invitados a la presentación de mi obra casi han desnudado mi alma, sorprendida por todo lo que se ha dicho tanto de mi libro como de mi persona, qué más puedo añadir, desde que comencé mi andadura literaria con la poesía mística, la evolución ha sido tremenda, en los temas, estilos y formas de expresar el verso, como en estas décimas de las que la XXIV dice así: “Cómo te puedo extrañar de esta manera tan loca si mi memoria te evoca cuando te intento soñar. Cómo podré restañar esto, que sin ser herida, duele como una mordida que ha dejado la señal o de un filoso puñal en mi carne estremecida”.
La parte musical del acto corrió a cargo de la letra y acordes en las voces e instrumentación de Expedito Suárez, tío y sobrino, José María Dávila, Tino Alemán en la contra, y a la guitarra Isaac Suárez, que a capela hicieron las delicias escuchar décimas, puntos cubanos y una folía en compás de décima, así como algún que otro verseador inspirado entre las filas del público, que fueron aplaudidos por el respetable, ya que los versos escuchados durante las intervenciones y todo lo aprendido de las historia y evolución de esta forma de recitar, cantar y sobre todo sentir el verso esculpido como décima, escrito y cantado en esta orilla y en la otra de nuestro Atlántico, hoy más que nunca sonoro, lleno de sorpresas y expectante por ese incipiente volcán que nos recuerda nuestros cimientos y descendencia geológica, la noche del viernes fue realmente mágica, nos sorprendió el ritmo, la cadencia y la picardía de la sensibilidad de su autora, María Jesús Lozano para llevarnos de la mano por su obra, que gratamente dedicó con su firma a todos los buenos aficionados a estas lecturas. Felicidades, y que continúen esos motivos de inspiración dirigidos a descubrirnos tus complicidades, la del amor, la del corazón y la de los sueños por llevar al verso.
Julio Pérez Tejera cierra el acto agradeciendo las atenciones del Círculo Cultural de Telde, colaboraciones, M. I. Ayuntamiento de Telde y personal, la presencia de las personalidades que intervinieron, grupo musical, informadores, y a todo el público, local y visitante, que dio prueba de seguir participando en los actos culturales que engrandecen a nuestro pueblo y a nuestras gentes. Muchas Gracias.
Jesús Ruiz Mesa, colaborador cultural Telde, 17 de octubre 2011
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