viernes, 9 de diciembre de 2022

Expedito Suárez Suárez

Cuatro estrellas en el cielo. empezado a brillar
y necesito  buscar
algún tipo de consuelo.
Escribiré desde el suelo
para vencer mi rutina
porque esa luz  tan divina
que no encuentra  quien la increpe
son luces de Alicia, Pepe,
Mari Carmen y  Cristina.

Han cruzado un duro puente
y dejaron de existir
para empezar a vivir
una vida diferente.
Todo ha sido de repente
y además sin avisar.
El dolor no va a cesar
pero aquí en estos andares
amigos y familiares
no los vamos a olvidar.

Pienso rezar con constancia,
con un infinito amor
y soportaré el dolor
que produce la distancia.
Aún desprenden la fragancia
de la que están impregnados
y aunque estemos alejados,
esas niñas tan divinas
siguen siendo mis sobrinas
y ellos dos son mis cuñados.

Los llevo en el corazón
y van a seguir latentes
para tenerlos presentes
en mis ratos de oración.
El Dios de la creación
les puso mesa y mantel
junto a la luz de un quinquel 
y aunque provoque desvelo
quiso llevarlos al cielo
para tenerlos con él

D.E.P.

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