jueves, 24 de junio de 2021

“UN CUENTO PARA SAN JUAN” Guadalupe Santana Suárez

                   

UN   CUENTO   PARA   SAN   JUAN”

Acérquense todos los niños, ¡vamos a contar un cuento!
uno que con un cariño, de poeta yo me invento.

Que venga la juventud, y los mayores, que vengan,
para enseñar la virtud, del saber que en ellos tengan.

Es tradición en San Juan, hacer una gran hoguera,
y todos acarrearán, lo que en su casa no quieran.

Antes, iban los chiquillos, tocando de puerta en puerta,
y se formaba un castillo, de trastos que ya molestan.

Primero una cruz de palo, con ropa vieja ataviada,
era “el machango”, lo malo, la maldad enmascarada.

En el centro de las llamas, ardería su silueta,
¡el crujir del fuego clama!, que el bien alcance su meta.

Era una algarabía, la tarde del acarreo…
¡vaya ilusión que ponían!, cualquier cosa… ¡pal’ jaleo!

Que si una silla por vieja, pues le faltaba una pata…
un cesto, un colchón, una reja, lo que ya no hiciera falta.

Se guardaba todo el año, para echarlos en la hoguera,
hasta el que era mas tacaño, algo sacaba pa’ fuera.

Y allá cuando el sol dejaba, de ser el rey de la luz,
el fuego prendía y dejaba, los recuerdos al trasluz.

Alrededor de la lumbre, desafiábamos al fuego,
para mayores, costumbre, para los niños, un juego.

Nos cabía la esperanza, de que ese ardor todo mata,
por eso también era usanza, el cantar en la fogata.

Se pedía en ese rito, que se fuera todo mal,
y todo lo maldito, quemara el fuego infernal.

Dicen que es noche de brujas, pero ustedes no hagan caso…
que a todo el que el mal le empuja, no anda esperando el ocaso.

Mi recuerdo es que de niña, terminábamos haciendo,
un asadero de piñas, que íbamos todos comiendo.

Y en la espesura del humo, deseábamos mil cosas,
unas cuantas yo resumo, que me parecen hermosas…

Se tomaba por valiente, al que saltara aquel fuego,
y las muchachas, pendientes, para enamorarles luego.

De brasas que deshacían, materiales y ambiciones,
ilusiones renacían, presagios de buenas acciones.

¡Cuántos amores nacidos, en la noche de San Juan!
los ojos resplandecidos, como lava de volcán…

 Este arraigo ha derivado, en los fuegos en la arena,
los jóvenes han tornado, de esa forma la cadena.

Reconvirtiendo costumbres, pues ¡viven en su momento!
mezclan el agua y la lumbre, dos divinos elementos.

Purificando sus almas y sus cuerpos a la vez,
se bañan , y el mar en calma, les colma de sencillez.

Y con pétalos de flores, que flotan en la bahía,
sus cantos embaucadores, les llenarán de armonía.

Los niños felices saltando, dan vueltas como ruletas,
el verano está empezando, ¡y ésta es su primera fiesta!

Deseemos todos juntos, lo mejor en esta noche,
que se consiga un conjunto, de alegrías con derroche.

Que pidan en su interior, ilusiones desmedidas,
 que el ímpetu y el fulgor, les de buena amanecida.

Buen año de paz y amor, y la ternura encendida,
y que brille el esplendor de la hoguera aquí prendida.

Que yo, desde mi interior, dejo mi emoción tendida,
en todo aquel resplandor, de cada hoguera nacida.
¡Le Deseo Feliz San Juan! a esta audiencia distinguida. 

Guadalupe Santana Suárez ©

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