sábado, 19 de noviembre de 2011

HASTA EL PRÓXIMO NOVIEMBRE, NOS VEMOS POR SAN GREGORIO TAUMATURGO

por Jesús Ruiz Mesa

San Gregorio Taumaturgo
Foto:Jesús Ruiz Mesa

La noria del tiempo continua girando, inexorablemente, como el tiempo que nos marca cada una de la estaciones, la de nuestras vidas, en esta que nos encontramos, la del otoño, la del 17 de noviembre del 2011 que acabamos de dejar atrás,  y también la semana patronal de San Gregorio Taumaturgo, que acabamos de celebrar con una serie de actos festivos, lúdicos, religiosos, deportivos, para cumplir con la tradición heredada de nuestros antepasados, que quizás lo festejaron de otras formas, creo que no muy lejos de lo que ahora traemos a nuestro núcleo urbano, el de Los Llanos de San Gregorio, secular Llanos de Jaraquemada, con menos programas de fiestas y a lo mejor, en aquellos días,  hasta más gentío, por el hecho de que el entretenimiento, la diversión, el sentido lúdico de las cosas y de la vida se planteaba de diferente forma, eran las fiestas patronales, empezaban, terminaban y hasta el año próximo.

Era necesario cumplir en todos sus aspectos con la fiesta, la Fiesta Mayor, el del Santo Patrón o el de la Patrona. Todo se revestía de un encanto especial, el de las grandes solemnidades, el acontecimiento festivo del año, el pueblo se alegraba en gran manera de este acontecer ya que la devoción, el día esperado se recibía con alegría y ganas de encontrarse con lo heredado renovando promesas, votos, era una ocasión para rendir cuentas, tomar resuellos y continuar desojando páginas del almanaque. Fiestas de tradición cercanas a las que hemos disfrutado y ya con sus programas preparados, las de Jinámar, las fiestas en honor de la Inmaculada Concepción, van de la mano en estos dos barrios teldenses, Los Llanos de Telde y Jinámar, la fiesta de la caña de azúcar, la romería nocturna desde el núcleo fundacional teldense en San Juan, dejándose llevar por las luces de los faroles, canciones de romería, un descanso para tomar fuerzas y seguir peregrinando por la antigua carretera que nos lleva hasta la capital, dejamos atrás el puente leonístico de los siete ojos y por La Primavera ascendemos hasta culminar, entre curvas y eucaliptus, la cumbre de Caserones para entrar en el volcánico paisaje de este entorno singular y divisar, abajo, a las puertas de Jinámar, su ermita iglesia recibiéndonos en primera línea, allí nos espera para festejarla, cada ocho de diciembre, la Virgen Inmaculada, la Inmaculada Concepción de Jinámar.
San Gregorio ha cumplido lo prometido, en un día nublado, con señas de amenazar llover, se cumplió en cierto modo y se hizo honor al Taumaturgo, el milagrero, casualidades, coincidencias, ya se repite cada año, es como un saludo del santo a las gentes de Telde, a los Llanenses de San Gregorio que en su honor quieren procesionarle por sus calles, la misa concelebrada, presidida por el Sr. Obispo, D. José María Cases, la iglesia llena de fieles y en las afueras hay amenazas de lluvia, acabada la ceremonia religiosa, se procede a sacar al santo en procesión, con todas las expectativas climatológicas en contra, se inicia la procesión, nos rodea una intensa devoción, silencio y querer cumplir con la promesa de acompañar al Taumaturgo, al milagrero, como cada año, por el 17 de noviembre, Sacerdotes celebrantes, Autoridades Municipales, Policía Local, Protección Civil, la Banda Municipal de Música de Telde, que ya en la mañana había acompañado en la Plaza y Basílica de San Juan, en su despedida final,  al compañero Sergio Medina Ramírez fallecido, en su último peregrinar por esta tierra, Dios lo tenga en su santo seno y descanse en paz, desde esta crónica mis condolencias a su familia. La Banda Municipal de Música interpreta diferentes composiciones musicales que en la noche teldense,  el público devoto de su patrón San Gregorio, cumplen con el recorrido procesional establecido, intenso, cruzando arterias urbanas importantes, viejas casonas típicas, con sabor a paisaje nocturno, algunas muy ajadas por el tiempo y por las heridas del abandono, y esperando que se haga algo por lavarles la cara;  Plaza de San Gregorio, Juan Diego de la Fuente, Ruiz,  Avenida de la Constitución, Paseo peatonal, y despedida del santo en la entrada de la iglesia en la Plaza que nos vio a tantos y tantas desfilar en otras procesiones, actos religiosos, juegos, mocedades y, siempre, su portada neoclásica como un referente histórico, arquitectónico, en la retina de aquellos niños, que correteábamos para, después de la Misa Mayor, ir a disfrutar de las atracciones que justo al lado se ubicaban en cada fiesta patronal.
La procesión como antaño sigue su peregrinar, esta vez durante la noche recién entrada, me vienen a la mente estampas en blanco y negro, o sepia, del mismo acto religioso hace 50 o sesenta años, que muchos guardamos de aquellos años en que como decía, se veía, se disfrutaba y convivía de otra forma la festividad. Hoy con los medios de información, entretenimientos, pasatiempos y modos de ver el presente, cuando desaparece el santo de las calles parece haber terminado el jolgorio, la alegría y las ganas de estar por las calles merodeando en torno a los puestos. Es cierto que la casualidad, o el ritmo cíclico de la temperatura y presiones barométricas, hizo que nada más entrar el santo en el templo rompiera a llover, un golpe de agua de aquí te espero y no te muevas. La gente se agolpaba alrededor del trono para recoger entre las flores y plantas que adornaban la imagen de San Gregorio, los granos de trigo que, con devoción gentes desde los balcones habían lanzado al santo, costumbre arraigada en esta procesión, para bendición y buenas cosechas de nuestros campos.
La parada obligatoria en la esquina, entronque de las calles Ruiz y Juan Diego de la Fuente, el Sr. Obispo, después de dedicar una oración, bendice con agua bendita y por la intersección del Santo Taumaturgo, los campos, nuestros campos que tendidos al sol, al frescor del relente que, desde el alisio, se deja caer al llegar el ocaso, en el silencio de la noche, en el que una luna menguante nos deja sentir su disminuida estela sobre el mar, nuestro agro es bendecido por el agua que tanto bien nos hace.
Durante el recorrido, vemos como hay una serie de murales en cerámica tituladas Recordando San Gregorio, que recuerdan y homenajean la memoria de las gentes que siguieron una tradición popular dedicada al paso del Santo;  la calle Juan Diego de la Fuente, recibe al santo y sobre el frontis de una de las casas, en su inicio,  hay mural que reza: “Desde esta casa, Doña María del Pino de la Nuez Calderín ha mantenido la tradición de lanzar trigo al rostro de San Gregorio Taumaturgo, recordándole así que envíe las lluvias benefactoras”.  Otra de las casas con un mural indicativo, el  número 44 de la calle  Ruiz, como muchos de los que se han colocado para conocimiento de las costumbres populares, tradicionales, usos y lugares, sobre dicho mural se lee: “Desde esta casa Doña Rosario Santana Sarmiento ha mantenido la tradición de lanzar trigo al rostro de San Gregorio Taumaturgo, recordándole así que envíe las lluvias benefactoras”. Bien, el Taumaturgo,  como agradecimiento  y con la objetividad, de que fuera o no fuera, nos envió ese primer zarpazo de agua, él ya estaba en la iglesia, fue hermoso ver su imagen, aún sobre el trono, en el umbral del templo, reflejada sobre las empapadas losas del pavimento de la plaza.
Pues, bendito seas, San Gregorio Taumaturgo y mándanos salud, suerte y esperanzas para todos, y más agüita, por lo menos como el pasado año que se nos pusieron los campos de nuestra Gran Canaria que daba gloria verlos, los saltos de agua, barrancos y presas lo agradecieron y nuestro paisaje grancanario se embelleció de tal forma que daba gloria verlo, se iniciaron las lluvias por esta época.
En fin, nos queda, ya cerquita, ¡cómo pasan las hojas del calendario! el otro acontecimiento festivo, la Navidad, la blanca Navidad de los villancicos, no sin asomarse a muchos un rictus de tristeza o melancolía por la ausencia de los seres queridos, se les recuerda y se les dedica el pensamiento, pero hay una cosa clara, ellos con su ejemplo, nos han dejado un haz de luz tras la puerta entreabierta para recordarnos que, como ellos, por ahí pasaremos y la Vida empezará de nuevo, vivamos nuestras fiestas con esa esperanza y alegremos el espíritu, otro año sacaremos en procesión a nuestro patrón y en peregrinación, como en la propia vida, festejaremos el poder contar y relatar a los que nos siguen, como fue nuestro tiempo en los días de San Gregorio, de Los Llanos de Telde, con más o menos gentío, con más o menos programas de festejos, con ganas y sorteando la crisis, horas antes de la reflexión y próximos a depositar el voto en las urnas, en paz, en libertad, y en el respeto que se merece nuestra ganada, bien ganada y merecida Democracia, hemos festejado a nuestro patrón, como lo hicieron nuestros antepasados, más lejanos o más cercanos, un recuerdo especial a todos ellos y, nosotros, hagamos que el trigo derramado caiga en tierra fértil y nos regale infinitas espigas de paz, solidaridad y mejores horizontes para todos. Muchas Gracias.
Jesús Ruiz Mesa, colaborador cultural Telde, 18 de noviembre 2011.   

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