¡OH TIEMPO!
El tiempo me ha regalado
los senderos de una vida,
los juegos tan festejados
de aquella niñez dormida
y la juventud querida
que atrás dejé y no he olvidado.
Colgados de las manillas
los hijos fueron quedando,
son frutos de las semillas
que el tiempo fue madurando…
mi beso aún sigue curando
sus magulladas rodillas.
Ya divisé en mi jardín
el sol que mimó mis rosas;
el viento, que bailarín
conquistó mis mariposas
y las heladas brumosas
que acuñaron mi adoquín.
El tiempo es canto rodado
que no espera en la salida,
va trillando el verde prado
en su imparable embestida.
No repara en cada herida
ni en lo feliz va instalado.
En la tez me ha dibujado
las arrugas de la risa
y el tiempo, ya reposado,
me va amagando la prisa.
Ya me siento en la cornisa…
disfruto el tiempo a mi lado.
Guadalupe Santana Suárez ©
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