MI AMADA GUITARRA.
Vivo de recuerdos, lo sé,
¿y qué puedo hacer?
No puedo cambiar,
mi forma de ser.
Pero de tantos y tantos,
recuerdos hermosos,
hay uno que me llega más
al corazón.
Que me conmueve,
que me llena de nostalgia,
que hace que mi pensamiento,
viaje a través del tiempo,
muchos años atrás.
Es una simple y sencilla guitarra,
una pequeñita y preciosa
guitarra de cerámica,
regalo de mis amados hijos.
Cuando eran pequeños,
a escondidas y silenciosos,
guardando su poquito dinero,
para hacerme el regalo más bello
y de incalculable valor para mí.
La tengo en un sitio muy visible,
detrás de la cristalera,
del mueble del comedor.
Cada vez que la limpio,
la beso una y mil veces,
y leo la dedicatoria de la tarjeta,
que iba acompañada,
de mi amada guitarra,
que mi hijo Censi, el mayor,
escribió con tanto amor;
“Queridos padres: os deseamos unas Navidades
muy felices de este 80,
y así pasen muchos años,
tus hijos; Nico, Ulises,
Francis y yo, Censi.”
¡Dios mío, gracias!
Y a ustedes queridos hijos,
por tanto amor.
SOLY MEDINA ©
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