NO AL OLVIDO.
Es noche de los finaos,
prende la hoguera, hijo mío,
porque va arreciando el frío
y tengo los pies helaos'.
Mis recuerdos son callaos
que ruedan por mis entrañas
cuando asando las castañas,
cantábamos malagueñas
y las costumbres isleñas
para nadie eran extrañas.
¡Vengan laúd y pandero,
guitarras ,bandurrias y timples!
Que aunque los tachen de simples,
¡Ranchos de ánimas quiero!
Porque vivir yo prefiero,
con mis folclore y costumbre
que asirme a la servidumbre
de otras tierras y su usanza;
en ti pongo la esperanza
que no se apague esta lumbre.
Pon en la mesa el lebrillo,
trae las nueces y manzanas,
las almendras y avellanas
y de anís, ponme un fisquillo...
Descórreme ese visillo,
-que entren los invitaos'-
yo ando entre mis rezaos'
y a mis difuntos les pido,
que no se trague el olvido
esta noche de finaos'.
Guadalupe Santana Suárez ©
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