TEMOR A DEJARTE.
Cuánto le temo a la muerte Dios mío,
cuánto le temo,
y es sólo por ti, hijo mío,
me aterra sólo pensarlo,
pues siempre necesitarás de mi cariño.
Porque aunque tengan
su propia familia,
mamá siempre va a cuidar de todos.
Porque una madre,
te escucha, te comprende
más que nadie,
siempre va a ofrecerte su calor.
Porque las madres tenemos la suerte
de contar con ese bello don.
De saber cómo aliviar,
las penas de un hijo,
de llegar al sacrificio por amor,
pues el amor de una madre,
no tiene precio.
No le importa su propio dolor,
sólo que su hijo sea feliz,
aunque el sufrimiento,
le rompa el corazón.
SOLY MEDINA ©
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