FIESTAS DE SAN GREGORIO
Cuando el sol se vuelve manso ante la pura belleza
de la lluvia que solloza en los vetustos tejados,
cuando besan los cristales imágenes del pasado
viste mi ciudad de gala como orgullosa princesa.
Caminando por el aire, efluvios de mi niñez
y el calor de aquel brasero que calentaba mis manos,
la arboleda de la plaza, la camarilla de ancianos…
Las sombras que en callejones, exhiben su delgadez.
La esencia de las castañas, que asadas libran su aroma,
ofrecen para el recuerdo la más dulce sensación
que se acuna en el murmullo de un ingente chaparrón
de inquietudes “jareadas” que la nostalgia retoma.
Vente a la fiesta conmigo, cuando retorne el otoño…
abrázame en el camino que lleva la procesión,
aunque luego vaya el viento contando nuestra pasión,
no renunciaré a este amor que me nace cual retoño.
Guadalupe Santana Suárez ©
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