JARDINERO DE ALMAS
Con estas manos que hoy
ya deshojan los otoños,
he cultivado retoños
que hablan de lo que soy.
Jardinero, a donde voy,
ando plantando consuelo
y colores bajo el cielo
para alegrar las miradas
que se duermen ya cansadas
de ver grises en el suelo.
Vivo aliviando la pena
en flores de pensamiento
y lleva aromas el viento
de jazmín y de azucena.
Yo siembro en la tierra ajena
el mismo amor que en la mía
mirándome en la osadía
de la fiel naturaleza
que se asoma a la belleza
de cada flor, cada día.
Igual que riego un vergel,
abono mi edén de amigos
y soy luz en sus postigos
o si prefieren, dosel.
Hortelano del clavel
de amistades en que arribo,
no me asiste mas motivo
que tender mi mano franca,
por eso, la rosa blanca,
como Martí yo cultivo.
Guadalupe Santana Suárez ©
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