Agustinito, último habitante y agricultor de la Caldera de Bandama, por su dedicación hasta sus 93 años, que subía y bajaba diariamente el abrupto desnivel que separa el fondo de la caldera de su entrada.
Una placa a la entrada del sendero rebautizado como "Camino Agustinito", reconoce su papel como conservador del paisaje y guardián del espacio natural.
Agustinito llegó a La Caldera cuando era niño, junto a sus padres y sus 8 hermanos en 1936. Su historia está íntegramente ligada a la de La Caldera, donde vivió por muchos años en las casas de muros anchos, donde ha arado sus tierras, donde ha sufrido y disfrutado de la dura, sencilla y sin artificios vida del campesino canario, un auténtico sabio popular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario