TELDEENFIESTAS LA VOZ DE LAS ISLAS
No te cedo el hacha de guerra que arrasa y destruye,
te ofrezco la mano que esperas que el hacha aguante.
Las horas en que blasfemas, son las azules
nubes de una tormenta de tus pesares.
No es mío el cruel coraje que te encandila,
cegando toda razón que arrogarte quieres,
es tuya mi libertad, si en silencio aspiras
a ser lo que crees que soy si anhelas mi suerte.
Admito que bebo el vino de tu resaca
buscando como olvidar que tengo memoria
y arrastro cada palabra de tu cascada
que quiso echarme al abismo de tu cólera.
Semilla de soledad plantan los disfraces,
la usura será la fruta en los artificios
y mientras que muere el sol en tus voluntades,
mis manos recogerán tus sangrantes vidrios.
Guadalupe Santana Suárez
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