YANIRA CABRERA REDACTORA DE TELDEENFIESTAS
Editorial
Teldeenfiestas no puede permanecer insensible ante el desmesurado e injusto linchamiento mediático al concejal de Festejos, Juan Francisco Martel Santana responsabilizándolo en solitario de los destrozos ocasionados tras los actos del carnaval, en la plaza de San Juan, como si la elección del escenario para las carnestolendas fuera una decisión personal del concejal de Festejos, un capricho o un antojo del bueno de Juan, la designación de la plaza de San Juan para la celebración de los actos del carnaval.
Conviene recordar que el concejal de Festejos, como todos los delegados municipales, forman parte de un área de trabajo, con un equipo de concejales, funcionarios y técnicos, que son los que toman las decisiones, tras ser debatidas y aprobadas en comisión informativa y refrendadas en la Junta Local de Gobierno. En el caso del carnaval, como en la organización de eventos de concurrencia masiva, además, es preceptivo la elaboración de un informe, denominado Plan de Emergencia y Seguridad, que lo realizan especialistas en Seguridad que tiene que ser aprobado, además de por los concejales y técnicos municipales, entre otros, por representante de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
En Telde la memoria histórica parece que solo existe en el bando de los antifranquistas. Igual convendría ampliar el campo de visión de la memoria histérica para recordar, por ejemplo, que la misma plaza pública ha sido usada en otras ocasiones para grandes eventos, incluso con instalación de carpas. Tampoco hay razones para pensar de que no vuelva a ocurrir, porque salta a la vista que no ha habido memoria histórica para seguir realizando grandes eventos en la plaza de San Juan. Y la casa siga sin barrer.
Si yo tuviera garantía de que pidiendo la dimisión del concejal de Festejos no se volverá a poner nunca mas en peligro la plaza de San Juan, montando escenarios, chiringuitos, casetas, remolques o ventorrillos, en el conjunto histórico monumental, no dudaría en alzar mi voz pidiendo la dimisión de Juan Francisco Martel Santana y del súrsum corda, si fuera menester. Pero es evidente que no es la solución, porque no es la primera vez que se atenta contra el Patrimonio Histórico Artístico. Y la casa sin barrer.
Haciendo un ejercicio de memoria histórica y de rectificación de errores, que es de lo se trata, de construir y no destruir, si lo que realmente queremos es que no vuelva a ocurrir de nuevo otro episodio de destrozos en el Conjunto Monumental de San Juan, lo que debe hacer la corporación de Telde es elevar a pleno un acuerdo institucional en el que se prohíba de forma expresa la celebración de cualquier acto en la plaza de San Juan que pueda hacer peligrar su conservación.
Así lo pienso, así lo sugiero, así lo escribo.
Teldeenfiestas a, 17 de Marzo del 2016
Agustín Cabrera Santana
Director
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