lunes, 30 de noviembre de 2015

Flores rojas y amarillas para un prócer

Flores rojas y amarillas para un prócer
Telde celebra el 173 aniversario del nacimiento de Fernando León y Castillo con ofrenda, música y el agasajo institucional ● La Isla despegó en la segunda mitad del siglo XIX gracias a él

Ofrenda floral, hoy lunes, a Fernando León y Castillo (Foto TA)
TELDEACTUALIDAD
Telde.- Fue uno de los prohombres de la Isla y el municipio nunca lo ha olvidado. Han pasado ya 173 años de su nacimiento, pero en este caso el tiempo no es sinónimo de ignorancia. Encabezados por el director de la Casa Museo, el consejero insular de Cultura y la alcaldesa, Telde ha rendido este mediodía tributo a Fernando León y Castillo. Como es tradición, flores, música y niños del colegio que lleva su nombre han participado en el acto. 


La cita, en una soleada plaza de San Juan, tuvo lugar al filo de las doce del mediodía. Allí se vieron las caras los miembros de la Banda Municipal de Música; la alcaldesa de Telde, Carmen Hernández; el consejero de Cultura del Cabildo, Carlos Ruiz; su director insular, Oswaldo Luis Guerra; y el director de la Casa Museo León y Castillo y cronista de la ciudad, Antonio María González Padrón. Un centenar de niños del CEIP León y Castillo y varios concejales del gobierno también se sumaron al reconocimiento de este prohombre que fue ministro de Ultramar y que se erigió en pieza clave del desarrollo insular con el impulso que dio a las obras de construcción del Puerto de la Luz.

Tras la marcha interpretada por la formación musical, fue González Padrón el encargado de ensalzar la figura de este prócer. También hablaron Ruiz y Hernández mientras desde el Casino se sumaban a la iniciativa. Rosas rojas y amarillas vistieron el pedestal del busto del insigne político, que da nombre también a la principal calle del barrio de San Juan y a una de las vías más importantes de la capital grancanaria.

Carlos Ruiz, consejero de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, señaló que su Casa-Museo creada por el Cabildo de Gran Canaria en 1954,  “sigue siendo el centro cultural por excelencia de este municipio, con sus casi 30.000 visitantes anuales, de los cuales unos 18.000 son estudiantes en todas las enseñanzas regladas”.

Ruiz se dirigió a los escolares señalando que “León y Castillo fue como ustedes un niño, un joven lleno de ilusiones que supo volcar todo su saber y sus buenas dotes físicas e intelectuales en hacer posible una Gran Canaria mejor, una Canarias mejor…”

“Ahora  cuando  participamos en esta Ofrenda Floral, aquí en la Alameda de San Juan de Telde ante el monumento que la ciudad y la Isla levantara en su honor, recordamos junto a él a las miles de mujeres  y a otros tantos hombres que día a día han luchado con idéntico fin: Hacer de la Isla y del Archipiélago todo un lugar para vivir dignamente en solidaridad y paz con todos los pueblos de la Tierra”, concluyó el consejero insular.

Esta noche, más música
El programa de la presente efeméride tiene continuidad esta noche con un concierto lírico, que tendrá lugar en la iglesia de San Francisco a partir de las 20.00 horas, Intervienen en él los cantantes Jennifer Ramírez y Juan Manuel López, quienes interpretarán un repertorio integrado por obras de Mozart, Rossini, Torroba, Pablo Luna y Ernesto de Curtis, junto a otros autores.

El homenaje a Fernando Léon y Castillo se viene organizando desde 1928, cuando sus restos llegaron a Gran Canaria procedentes de Biarritz (Francia), aunque este ha adquirido más renombre en las últimas seis décadas, una vez se procedió a la apertura del Museo que lo recuerda en la que fuera su vivienda.

Fernando León y Castillo, que nació en Telde el 30 de noviembre de 1842, es conocido por ser el difusor de las ideas liberales y un gran valedor de Gran Canaria, la isla que le eligió Diputado y que le vio representar las más altas dignidades en la política nacional e internacional, bien como Senador Vitalicio, Gobernador Civil de Granada y Valencia, Ministro de Ultramar, Vicepresidente del Congreso de los Diputados y Embajador de España en París durante tres décadas.

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