lunes, 16 de junio de 2014

Padre Baez






… “… a ver si un día le pongo un piropo a las tabaibas recordando la mala leche que daban cuando uno en JInámar las rozaba…”

Pues ahí queda, lo que un amable jinamero, buen amigo de uno, me comunica por medio de un correo electrónico -entre otros tantísimos- que como ven, no guarda buenos recuerdos de su infancia y juventud, donde las experiencias tabaibaleras, no son buenas precisamente, y tanto que
como pueden leer, ironiza con lo del piropo; y en cuanto a la leche de la tabaiba, no dice desayunara con ella, ni se la tomara con café, y ni mucho menos que con ella se hiciera queso. Es decir, que difícilmente se puede decir más en menos. En un supuesto análisis o comentario de texto, salen -por de pronto- tres ideas de dos renglones:
- un piropo a las tabaibas (ironía),
- malos recuerdos de la mala leche,
- por rozarlas (en Jinámar).
Lo del piropo, es una burla, pues nada bueno tiene la dichosa planta como para ser ensalzada, y así piropeada; lo de los recuerdos, imposible sean buenos si alcanzó a la lengua esa leche, y nada digamos si salpicó a los ojos, por descontado la pegajosa leche en la piel que te arranca el vello al quitártela de encima, y nada digamos si alcanza a manchar la ropa te desgracia el traje o pieza que toque; y en cuanto en Jinámar, habrá que ampliarlo a cualquier otro lugar de la isla e islas. Allá donde quiera que estén, mejor no rozarse por ellas.

El Padre Báez.

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